Los Ángeles – California enfrenta una cuesta arriba en su esfuerzo por ralentizar los contagios de coronavirus al enfrentar una ola de calor que ha dejado récords en temperatura y apagones, y avivado incendios forestales, justo cuando las escuelas se alistan para iniciar su ciclo educativo.

Varios de los principales distritos escolares del estado inician esta semana sus actividades de forma remota, en medio de la incertidumbre de padres y maestros sobre cuándo comenzarán las clases presenciales para los más de seis millones de estudiantes en el sistema público.

El estado acumuló este lunes 628.031 casos positivos de COVID-19, y las muertes relacionadas con esta enfermedad llegaron a 11.224 desde que comenzó la pandemia en marzo pasado.

La tasa positiva de casos en los últimos 14 días presentó un pequeño aumento al situarse en 6,5% con respecto a la semana pasada, cuando se mantuvo entre 6 y 6,2%.

El gobernador Gavin Newsom destinó 5.300 millones de dólares para ayudar a las escuelas a enfrentar los ajustes hechos durante la pandemia.

El estado proporcionará 18 millones de máscaras y protectores faciales a las escuelas, 58.000 termómetros sin contacto y 1,5 millones de galones de desinfectante para manos. No obstante Newsom dijo que esto no es suficiente para la batalla que aún se tiene librar contra la COVID-19.

Austin Beutner, superintendente del Distrito Escolar de Los Ángeles (LAUSD), dijo este lunes en un mensaje televisado que “los factores de salud en la comunidad no nos permiten traer a los estudiantes de regreso en este momento”.

El nivel de casos de coronavirus en Los Ángeles es más del doble que los estándares requeridos por el estado para poder ordenar el regreso a los salones, advirtió Beutner, que daba hoy el banderizo de salida para el año escolar 2021 subrayando que será “un poco distinto” por el coronavirus.

A que los estudiantes deban quedarse en casa para el arranque de sus clases esta semana se suma una ola de calor que ha superado récords marcando más de 130 grados Fahrenheit en el Valle de La Muerte, la más alta temperatura en los últimos 70 años, siendo este lugar uno de los más calientes de la Tierra.

Al respecto, Newsom advirtió este lunes en conferencia de prensa que la situación para los estudiantes agravada por las temperaturas será «temporal».

«Probablemente (las más altas temperaturas) ocurrirán en esas horas pico tardías, no en las horas de instrucción temprano en la mañana; no obstante, si existen circunstancias atenuantes, estaré absolutamente dispuesto a hacer ajustes», zanjó el demócrata.

Las altas temperaturas han aumentado drásticamente el uso de energía para los aparatos de aire acondicionado, obligando a los proveedores a realizar cortes del suministro de electricidad desde el viernes pasado, dejando a miles sin el vital servicio, y que amenazan con continuar.

Newsom calificó de «inaceptables» los apagones, que afectaron a miles el fin de semana, y ordenó una investigación. Aunque pidió un ahorro de energía a los californianos.

En la lista de preocupaciones durante la pandemia, el estado añade 15 incendios activos, cuatro de ellos de grandes dimensiones.

Con este panorama, Los Ángeles, segundo distrito escolar más grande de la nación con más de 600.000 estudiantes, la mayoría latinos, además San Francisco, Sacramento, Fresno y San Diego, entre otros, comienzan sus clases desde casa.

PRUEBAS Y RASTREO PARA ESTUDIANTES Y PROFESORES

Asumiendo la nueva realidad que enfrentan las escuelas por la pandemia y la necesidad de retomar las clases presenciales, LAUSD prepara un ambicioso programa de rastreo de contagios y pruebas de coronavirus para todos los estudiantes, el personal y sus familias.

El plan, que se perfila como uno de los más detallados hasta la fecha para un distrito escolar estadounidense, involucra a casi 500.000 estudiantes y 75.000 miembros del personal. No obstante, Beutner aclaró que aún no se ha fijado una fecha para iniciar las clases presenciales.

DESAFIANDO LAS ÓRDENES

Pero no todos están de acuerdo con acatar las ordenes del gobernador. Este lunes se realiza la primera audiencia en una corte de Los Ángeles sobre una demanda contra Newsom por no autorizar el regreso de los estudiantes a las aulas.

El grupo de padres representado por la fundación legal conservadora Center for American Liberty alega que el gobernador no tiene poder constitucional para privar a los niños de su derecho a una educación adecuada, y que atenta contra la esperanza de que los estudiantes tengan un futuro brillante. La demanda también alega que la orden es «arbitraria».

La abogada demandante Harmeet Dhillon advirtió que el gobernador ha impuesto una plantilla única para todos los estudiantes donde, de hecho, hay numerosas variaciones y los padres también tienen numerosas necesidades y preocupaciones.

Dhillon es una fiel seguidora de las políticas del presidente Donald Trump, quien ha estado presionando por la reapertura de las escuelas. En una reunión en la Casa Blanca la semana pasada el mandatario dijo que las escuelas «tienen que abrir».

Trump agregó que los niños «a menudo solo tienen síntomas leves (de COVID-19) y las complicaciones médicas son increíblemente raras, muy, muy, muy raras. Aquellos que enfrentan complicaciones a menudo tienen afecciones médicas subyacentes».

ESCUELA SE REBELA

Esta postura fue seguida por la Escuela Immanuel, en el condado de Fresno, que comenzó clases presenciales el pasado jueves pese a estar en una área que ha presentado un repunte de casos.

El Departamento de Salud de Fresno amenazó con imponer multas y acciones legales si la escuela católica si permanece abierta el lunes.