Fotografía cedida por Wylie Westerbeke donde aparece el recolector de basura René Luera mientras muestra unpaquete de rollos de papel higiénico este jueves en una área de Tucson, Arizona. EFE/Wylie Westerbeke

Phoenix (AZ) – Cuando en las redes sociales son más frecuentes las disputas por la escasez de papel de baño en las tiendas de Estados Unidos, un recolector de basura en Arizona sale diariamente preparado con paquetes de rollos higiénicos para repartirlos a las personas que carecen del producto debido a la crisis que ha ocasionado la pandemia de coronavirus.

René Luera, quien recoge la basura en una área de Tucson (Arizona) donde la mayoría de los residentes son personas de la tercera edad, se percató durante sus recorridos de que «los ancianos estaban luchando diariamente por papel higiénico».

«Yo trabajo en una área donde viven principalmente ancianos y empecé a ver historias sobre cómo algunos de ellos luchaban por encontrar papel higiénico. No puedo decir la cantidad exacta de personas a las que he ayudado durante mis rutas, pero ha sido un gran puñado», dijo Luera a Efe.

Desde hace 28 años se desempeña como recolector de basura para Waste Management-Tucson Recycling Center, recorriendo las calles con su camión para vaciar los botes con desechos en los vecindarios del Valle del Oro y el lado noroeste de Tucson.

«Las personas que reciben el papel higiénico están agradecidas y un poco sorprendidas. Solo quería que entendieran que no estaban solos en estos momentos tan difíciles», dijo Luera, de 56 años.

Debido al estado de emergencia en que se encuentra Arizona por el contagioso virus, las principales tiendas carecen de productos básicos como es el papel de baño, y debido a esta carestía a las personas de edad avanzada se les dificulta obtenerlo.

Los padres de Wylie Westerbeke viven en uno de los vecindarios que recorre Luera, y la mañana del miércoles este residente escuchó una voz preguntándole desde afuera de su casa: «¿Tienen papel de baño? porque ya nada más me queda un rollo».

«Cuando salí me sorprendió que viniera desde el otro lado de la carretera con la lluvia a ofrecer papel, que en estos momento no hay, así que se me puso la piel chinita (de gallina)», afirmó Westerbeke a Efe.

Para unirse a la red de ayuda de Luera, le donó un paquete de rollos de papel higiénico, que habían conseguido en México debido a la escasez en Estados Unidos. «Fue como si le hubiera regalado un millón de dólares», refirió.

«Todos los vecinos saben su nombre; es una persona muy generosa. Mi nana es mayor y no puede mover los botes de basura. Él hace todo eso por ellos, cuando no tiene necesidad. Esa gente bella de corazón es la que necesitamos en estos tiempos», comentó.

Luera, de padres mexicanos, aseguró que no es sencillo conseguir el papel de baño, pero durante sus rutas suele pasar a alguna tienda a comprar algo, y aprovecha para comprar el «codiciado producto».

«Ayer estaba en una estación de servicio ‘Circle K’ y vi que había papel higiénico. Pensé que alguien podría necesitarlo y lo compré. Ha sido difícil encontrarlo, pero hago mi mejor esfuerzo para ayudar a las personas. Además, quiero dar un buen ejemplo de mis ocho nietos», expresó.

En estos tiempos de crisis, Luera recomendó estar tranquilos, difundir bondad y mostrar compasión hacia los demás, ya que está convencido de que «el amor siempre conquistará el miedo».