Madrid – El Gobierno español trabaja para «dar por zanjada» la tensión con Marruecos y que se «restituyan» las buenas relaciones de vecindad entre ambos países, tras la situación de «tensión» de la semana pasada en la ciudad española de Ceuta, fronteriza con el país magrebí, indicó este martes la ministra Portavoz del Gobierno, María Jesús Montero.
La semana pasada entre 8.000 y 10.000 personas -unas 2.000 de las cuales eran menores- cruzaron ilegalmente desde Marruecos a la ciudad española de Ceuta, lo que produjo una fuerte tensión en la frontera y problemas de asistencia humanitaria para atender a esa llegada masiva de inmigrantes.
«La situación ha mejorado desde los picos de tensión, pero hay que seguir trabajando en la alta diplomacia y la discreción para que se restituyan de forma plena las relaciones», aseguró la socialista Montero en la rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Ministros.
Para el Ejecutivo español, el «objetivo primordial» es mantener las buenas relaciones con un país del que separan 14 kilómetros de mar y «dar por concluida esta situación que nunca debió producirse».
España ha devuelto a Marruecos a más de 7.800 de esas personas que cruzaron la frontera irregularmente, aunque quedan en la ciudad española de Ceuta cientos de menores, muchos de los cuales están siendo reclamados por sus familias.
«Ahora todo el acento está en intentar que los que vayan a volver a Marruecos lo hagan con garantías y los que queden en régimen de tutela lo hagan en buenas condiciones», afirmó la portavoz del Gobierno español.
La crisis se desencadenó después de que España permitiera que el presidente del Frente Polisario, Brahim Ghali, fuera ingresado en un hospital de este país, sin comunicárselo a Marruecos.
Ghali ha sido citado por la Audiencia Nacional española el próximo 1 de junio, denunciado por la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos (ASADEH) por presuntos delitos de genocidio y torturas, entre otros, y Marruecos ya ha advertido de las graves consecuencias que tendría para la relación bilateral la posibilidad de que el líder del Polisario abandone España sin antes presentarse ante la Justicia.
«Nuestra labor es siempre facilitar y mantener el respeto más absoluto a las actuaciones que la justicia considere necesarias», apuntó Montero al ser preguntada por esta cuestión, antes de concluir que «no contemplamos que la situación con Marruecos empeore, sino que podamos resolver con la mayor velocidad posible la situación».