Tegucigalpa – De acuerdo al informe “Estado de país 2023: Diagnóstico del sistema sanitario hondureño”, presentado hoy en Tegucigalpa por la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), el deterioro continuo del sistema de salud pública no responde a las necesidades de la población y coloca a Honduras como el segundo país de Centroamérica con la esperanza de vida más baja para sus ciudadanos.
– En relación con el promedio centroamericano, los hondureños tienen un año menos en su esperanza de vida, concluye el informe.
– La mora quirúrgica de 2022 fue 560 % más alta que la del 2019, pasó de 336 a 2,219 respectivamente, según el informe.
“Estado de país” es una iniciativa del capítulo hondureño de Transparencia Internacional lanzada en 2022, que recopila datos y análisis de expertos para informar y empoderar a la ciudadanía, y para incidir con propuestas de políticas públicas pertinentes y realistas. En la segunda entrega de este año fue analizada la situación del sistema de salud público y las carencias que enfrentan los hondureños para acceder a este derecho.
La ASJ reconoció el esfuerzo del gobierno de la presidenta Xiomara Castro al aumentar el presupuesto en Salud, sin embargo, compartió que en comparación a la región sigue siendo uno de los más bajos.
Además, el abordaje curativo y no preventivo, fragmentado, politizado y, en las últimas décadas, con una capacidad técnica reducida; han causado un deterioro continuo del sistema de salud pública y con la pandemia covid-19 se evidenció los principales problemas como la alta exclusión, la baja calidad de la atención y la ineficiente administración de recursos para garantizar un servicio pertinente, digno e integral.
El análisis revela que, en relación con el promedio centroamericano, los hondureños tienen un año menos en su esperanza de vida, que es un indicador que refleja la efectividad de la aplicación de productos antibióticos, vacunas, las mejoras médicas, y otros avances que ayudan a prolongar la vida de los individuos.
En cuanto a cobertura, aún con las grandes necesidades por las condiciones de salud de la población, las atenciones en el sistema de salud pública entre 2021 y 2022 disminuyeron.
En 2022 hubo 7 millones 610 mil atenciones menos en el sistema de salud pública en Honduras, lo cual representa una reducción interanual de un 45 %. Esto influye en las altas tasas de mortalidad infantil y de mujeres.
Además, los hondureños mueren por causas que pueden ser prevenibles. La enfermedad coronaria, la violencia interpersonal, y el derrame cerebral constituyeron las principales causas de muerte y discapacidades en el país y también Honduras no ha logrado controlar la prevalencia del dengue.
Sumado a esto, el sistema de salud pública en Honduras carece de un régimen de información logística vinculado a la compra y distribución de medicamentos y la carencia de estos influye en los altos índices de mortalidad, para referencia, en una encuesta realizada por ASJ en 2022, el 62 % de pacientes reportó que recibieron de forma incompleta o que no recibieron ninguno de los medicamentos que les recetaron en el establecimiento de salud y 76 % de médicos y enfermeras reportaron que no tenían insumos o que tenían, pero no eran suficientes y en los hospitales básicos la mora quirúrgica de 2022 fue 560 % más alta que la del 2019, pasó de 336 a 2 mil 219 respectivamente.
Vale destacar que en 2022 el número de establecimientos de salud en operación creció marginalmente. De mil 860 en 2021 a mil 867 en 2022 y el gasto en salud incrementó apenas de 2.7 a 2.9 en relación con el Producto Interno Bruto (PIB), pero el sistema de salud pública tiene dificultad para ejecutar el presupuesto que se le asigna.
Desde 2019 ha habido un aumento en el presupuesto de salud que no se ejecuta y en 2022 no se ejecutaron mil 390 millones de lempiras que equivale a un 6 % de la asignación total.
Pese al leve aumento en el presupuesto para este sector, Honduras es el segundo país con un gasto per cápita más bajo en Centroamérica.
Con un gasto anual de 271 dólares (6 mil 775 lempiras) por paciente, solo Nicaragua gastaba menos, mientras que todos los otros países superan los 300 dólares. Esto ha causado que los hondureños, en comparación con los otros centroamericanos, paguen más de su propio bolsillo en sus necesidades de salud.
“Estos datos, demandan trabajar con urgencia una intervención verdadera y profunda del sistema de salud pública para atacar los problemas reales y actuales de la salud de la población hondureña, es impostergable un comienzo para construir juntos un sistema de salud enfocado en la población que atiende el sistema de salud público”, señaló Blanca Munguía, directora del sector Salud de la ASJ.