La falta de acceso equitativo a internet de los estudiantes hispanos se mantiene como un gran problema a resolver. EFE/ Paolo Aguilar/Archivo

Chicago (IL) – La falta de acceso equitativo a internet de los estudiantes hispanos se mantiene como un gran problema a resolver, en momentos en que la mayoría de los distritos escolares de Estados Unidos se preparan para comenzar el nuevo año lectivo con clases en línea debido a la pandemia de COVID-19.

Según un estudio divulgado este jueves por New American Economy (NAE), el trabajo y los estudios a distancia demostraron ser esenciales durante la actual pandemia, que obligó a cerrar empresas y escuelas. Pero la falta de conectividad pone en riesgo las posibilidades educativas de muchos niños.

Cifras de 2018 indican que 3 de cada 10 hogares inmigrantes carecían de internet de alta velocidad con banda ancha, y que en 3 millones de hogares la conexión solamente se realizaba mediante el uso de teléfonos celulares.

La situación se mantiene, y si se consideran los hogares de bajos recursos, que incluyen una gran proporción de afroamericanos e hispanos, la falta de acceso a internet de alta velocidad es de 44 %, más que el doble del resto de la población.

Si se tienen en cuenta los hogares con niños en edad escolar, que van a necesitar la conexión para estudiar en los próximos meses, las afectadas son 1,6 millones de familias inmigrantes.

Según el estudio, quienes no tienen una buena conexión a internet enfrentan barreras para trabajar, estudiar o realizar otras actividades importantes mientras se encuentren en cuarentena.

Indica igualmente que varios estados y gobiernos locales han intentado llenar esta brecha crítica mediante convenios con empresas privadas para expandir el uso de la banda ancha a todos los hogares, sin importar el estatus migratorio.

Como ejemplo menciona que en la ciudad de San José (California), el Concejo Municipal aprobó un servicio gratuito para todos los estudiantes, mientras que la ciudad de Nueva York anunció planes para beneficiar de la misma manera a 600.000 residentes de bajos recursos en los próximos 18 meses.