San Salvador,- El impacto causado por la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2 en las áreas económica y social en El Salvador aumentará el flujo migratorio irregular hacia economías «más desarrolladas», según un estudio.

El estudio, denominado «Análisis socioeconómico de El Salvador, año 2020» y desarrollado por expertos del Departamento de Economía de la Universidad Centroamericana (UCA), viene a reconfirmar lo expresado por diversos analistas en cuanto a que las personas que se quedaron sin empleo a causa de la pandemia o cuya actividad laboral informal ya no es rentable buscarán fuentes de ingreso en el exterior.

De acuerdo con el análisis, realizado en el contexto de la pandemia en 2020, el «impacto negativo profundiza problemáticas previamente existentes como el desempleo, el empobrecimiento, la desigualdad económica y la pobreza extrema».

Indica que «la agudización de estas problemáticas podría incrementar los flujos migratorios irregulares hacia economías más desarrolladas y acentuar los procesos de criminalización de la migración irregular por parte de las economías más ricas».

Lo anterior, indica, «es especialmente relevante para El Salvador, ya que es país emisor neto de migrantes y cuya estabilidad macroeconómica depende de las remesas resultantes de la migración».

EMPLEO Y SALARIOS

Saira Barrera, directora del estudio, señaló durante una conferencia de prensa que se experimentó una reducción en el empleo con cotización y una reducción en los ingresos en los salarios nominales de los trabajadores.

Según la experta, se registró una reducción de más de 60 dólares en el salario promedio de los cotizantes del Seguro Social a mayo de 2020 y fue un mes en que simultáneamente aumentó el costo de la canasta básica alimentaria, que ronda los 200 dólares, en 10 dólares.

«Al final del año 2020 el costo de la canasta se ha reducido y ha vuelto a sus niveles en enero (alrededor de 200 dólares), pero muchos personas han perdido ingresos y sus ingresos siguen siendo bajos por las actividades por cuentan propia (trabajo informal) que realizan».

Apuntó que la información que reporta el Instituto Salvadoreño del Seguro social (ISSS) para septiembre de 2020, que es la información más actualizada hasta este momento, presenta una diferencia de más de 50.000 personas que estaban cotizando en septiembre de 2019 y que ahora ya no aparecen, «hay 50.000 menos en septiembre de 2020», subrayó.

«Se ha retrocedido en términos de cantidad de empleo con cotización que tiene el país, lo cual es grave porque la cotización al Seguro Social solo abarca a menos del 35 % de la población económicamente actividad y con esta reducción quiere decir que hay más personas que están trabajando fuera de la protección del Seguro Social en un contexto en donde la situación sanitaria es la que es», agregó.

REDUCCIÓN DE LAS REMESAS

El análisis también señala que la reducción en el envío de remesas afectó especialmente al sector secundario de la economía ya que implica una reducción en el valor bruto de producción (VBP), en el número de puestos de trabajo y en la masa salarial.

Según datos del Banco Central de Reserva (BCR), las remesas de dinero que recibió El Salvador entre enero y mayo del año pasado cayeron un 11,6 % en comparación con el mismo período de 2019, como consecuencia de las medidas de confinamiento implementadas por la pandemia de la covid-19.

El Salvador dejó de recibir de Estados Unidos en esos cinco meses 235,9 millones de dólares, una disminución del 10,9 % en comparación con los 2.164 millones computados en el mismo lapso del 2019.

Lo anterior, sin duda, repercutió y repercutirá en la economía salvadoreña, añade el documento.