Miami – El peligroso huracán Eta, que tocó tierra en Nicaragua este martes con categoría 4, se debilitó a tormenta tropical, pero aun va a causar problemas en zonas de Centroamérica, antes de salir hacia el Caribe de nuevo.
A las 12.00 GMT Eta estaba a unas 90 millas /140 km ) de Puerto Cabezas (Nicaragua) y presentaba vientos máximos sostenidos de 60 millas por hora (95 km/h), según el Centro Nacional de Huracanes de EE.UU.
Los vientos de tormenta tropical de Eta se extienden hasta 115 millas (185 km) de su centro.
Eta se moverá hoy sobre el norte de Nicaragua con velocidad que irá creciendo desde las actuales 8 millas por hora (13 km/h) mientras avanza en dirección oeste y el jueves pasará en dirección oeste-noreste sobre la parte central de Honduras.
Está vigente una advertencia de paso de tormenta tropical para la costa nororiental de Honduras, desde Punta Patuca hasta la frontera con Nicaragua y del lado hondureño desde la linde hasta la Laguna de las Perlas.
Se espera un debilitamiento progresivo y que Eta se convierta en depresión tropical esta noche.
El viernes saldrá de nuevo a la parte sur del Caribe, donde, según el cono de trayectoria, se fortalecerá y volverá a ser tormenta tropical el fin de semana.
Como tal llegará al oeste de Cuba el domingo y al sur de Florida el lunes.
Para hoy se esperan lluvias que pueden causar inundaciones repentinas, desbordes de ríos y deslizamientos de tierra en una amplia zona del sur del Caribe, vientos fuertes en la zona viajo advertencia y oleaje con corrientes en la costa caribeña de Centroamérica y la península de Yucatán (México).
Eta es la 28 tormenta con nombre de la muy activa temporada de huracanes en la cuenca atlántica. Doce de ellas han llegado a huracanes.
Las autoridades nicaragüenses no han informado hasta ahora de víctimas ni daños.
El Centro Logístico Regional de Asistencia Humanitaria (CLRAH), situado en Panamá y uno de los cinco que hay en el mundo, se ha activado para asistir a los países de América Central que se vean afectados por Eta.
Centroamérica, con cerca de 50 millones de habitantes, la mayoría pobre, es una de las regiones más vulnerables del planeta a los desastres climáticos.