Tegucigalpa – Mientras Europa cada vez anuncia más restricciones para los festejos de Navidad, en Honduras no se habla del tema y aunque la variante del coronavirus ómicron es una amenaza para el mundo, en el país centroamericano las autoridades sanitarias insisten en minimizar su posible impacto.

-Las autoridades de Honduras insisten en recomendaciones, mismas que quedan a la voluntad de la población cumplirlas o no.

-Los festejos navideños podrían desencadenar una nueva ola en Honduras, según expertos médicos que también prevén que ómicron llegará al territorio nacional antes de fin de año.

Las autoridades de la Secretaría de Salud (Sesal) prevén que la entrada de la nueva variante del coronavirus ómicron al territorio hondureño será “suave” y estiman que no será mayor que la presencia de la variante delta u otras que ya circulan a nivel nacional.

Así lo expresó esta semana a periodistas en Tegucigalpa el jefe de la Región Metropolitana de Salud del Distrito Central, Harry Bock, quien comentó que antes de la entrada de la variante delta toda la población estaba alarmada y pasó desapercibido.

Entre tanto, Europa, región del mundo que ya habla de una sexta ola de la COVID-19, cada día anuncia más restricciones e incluso cancelaciones de eventos públicos debido a la propagación de la nueva variante ómicron.

Navidad sin restricciones

En Honduras hasta el momento no se habla de ningún tipo de restricciones para los festejos de Navidad, mismos que según los expertos médicos podrían desencadenar una nueva ola de la pandemia.

Las autoridades solo han insistido en las ya comunes recomendaciones, pero sin restricciones.

Lo anterior significa que los hondureños podrán hacer caso o no a la recomendación de celebrar Navidad con el menor número de personas posibles y cumpliendo con las medidas de bioseguridad.

Los eventos públicos masivos no cuentan con ningún tipo de restricciones desde que en las pasadas campañas políticas se convocaron a sendas concentraciones.

En esa ocasión, una recomendación que aún sigue vigente, es que el evento público no se realice con más de 50 personas, una norma que al no ser restrictiva quedó en una simple recomendación que nadie cumplió.

De igual manera, eventos deportivos religiosos y simplemente de festejos previos a la Navidad se continúan realizando con más del aforo recomendado.

Alerta

Respecto al avance de ómicron en América, en especial en Estados Unidos, El principal epidemiólogo del Gobierno estadounidense, Anthony Fauci, alertó este domingo de que los hospitales del país se llenarán otra vez de pacientes en las próximas dos semanas por la rápida expansión de la variante ómicron de la covid-19.

«Si las cosas siguen el camino que se está marcando ahora, en una o dos semanas tendremos nuestros hospitales muy llenos de gente porque hay muchas personas en este país que pueden recibir la vacuna y no lo han hecho», indicó el médico en una entrevista en el canal NBC.

Fauci dijo que la variante más reciente del virus «se está propagando velozmente por todo el mundo» y, pese a admitir que todavía existen dudas sobre su grado de severidad -hay estudios que indican que es más leve que otras variantes-, apuntó que el hecho de que se transmita con tanta facilidad la hace igualmente peligrosa.

«Veremos un repunte en las infecciones, no hay ninguna duda sobre ello. Pero hay una diferencia mayúscula en cuanto a la severidad entre una persona que haya recibido la vacuna y la dosis de refuerzo y una que no», indicó.

Europa afronta la Navidad con restricciones

Entre tanto, la imparable expansión de la nueva oleada de la pandemia de coronavirus en Europa, tras la entrada en escena de la variante ómicron, hace que el continente afronte las fiestas navideñas en un escenario de restricciones, incertidumbre, nerviosismo, advertencias y llamamientos a la calma por parte de los dirigentes públicos.

El estado europeo que llevó más allá el plano restrictivo fue Países Bajos, que este domingo entró en un confinamiento que puso fin a toda actividad no esencial y que lo sitúa como posible modelo de vecinos en apuros que piensan en medidas contundentes, como el Reino Unido, cuyo Gobierno no descartó implantarlas antes de Navidad, o Alemania, que endureció las condiciones para la entrada en su territorio de viajeros procedentes de territorio británico.

Por el contrario, Francia se opone al confinamiento y al cierre de la enseñanza presencial, cuyo mantenimiento considera imprescindible, y España muestra preocupación y cautela ante la sexta ola de la covid y planea posibles mecanismos de actuación cuya ejecución deja en manos de las comunidades autónomas.

El confinamiento holandés, calificado de «estricto» por el gobierno, paralizó hoy, y hasta el 14 de enero, toda la actividad no esencial, cerró la actividad de los centros educativos y limitó a dos personas los grupos en exteriores y las visitas a domicilios, ante el temor de que ómicron sea la variante dominante en Países Bajos en máximo diez días, y a pesar que los contagios diarios llevan más de una semana con tendencia a la baja.

En el Reino Unido, el ministro de Sanidad, Sajid Javid, expresó hoy su incertidumbre ante los efectos de ómicron y, por ello, la necesidad de cautela después de que el Reino Unido registrase este sábado, según las últimas cifras oficiales, 90 mil 418 nuevos casos, casi el doble que hace una semana.

Alemania, donde la incidencia acumulada de covid-19 sigue bajando, considerará a partir de la próxima medianoche al Reino Unido como zona de riesgo por variante del virus, lo que implica un endurecimiento de las medidas para la entrada en territorio alemán de personas procedentes de territorio británico.

Rusia, que registró este domingo 27 mil 967 nuevos contagios y mil 23 muertes por COVID-19 (con lo que se reafirma una tendencia a la baja y el retorno a los niveles de octubre pasado), informó de 25 casos de la nueva variante ómicron e impuso restricciones para la entrada al país de extranjeros procedentes de Hong Kong y algunos países del sur de África.

España reconoció este domingo el «riesgo real» de la sexta ola de contagios de coronavirus, que avanza imparable, y el presidente de su gobierno, Pedro Sánchez, pidió «intensificar» las medidas para frenarla, a la vez que se comprometió a coordinarlas con las autonomías, para lo que convocó para el miércoles una reunión con los presidentes regionales.

A cuatro días del comienzo de las fiestas navideñas, España se encuentra en riesgo máximo de transmisión vírica, con más de 33 mil casos nuevos notificados tan solo el viernes pasado, cuando parece que la variante ómicron, mucho más contagiosa, acabará por ser la dominante en el país.

El descontento con las medidas restrictivas condujo hoy a medidas de protesta en Bélgica e Italia, como continuación a las del sábado en Luxemburgo. En la capital belga alrededor de 3 mil 500 personas, según la policía, y 50 mil según los convocantes, se manifestaron contra el certificado digital covid, que en Bélgica se exige para acceder a la hostelería o los eventos culturales, y contra la obligatoriedad de la vacunación entre los sanitarios o los bomberos.