Asunción – El exdirigente de fútbol Juan Ángel Napout llegó a Paraguay tras recibir una reducción de la condena que le impuso en 2018 una jueza de una corte federal de Nueva York por el escándalo «FIFAGate».
Napout, con la bandera paraguaya en mano, fue recibido por un nutrido grupo de familiares y amigos en el aeropuerto Silvio Pettirossi, que sirve a Asunción, adonde arribó en un vuelo comercial, un día después de salir de la Institución Correccional Federal de Miami (EE.UU).
«Yo salgo con mucho amor», declaró a periodistas el extitular de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), quien era esperado, entre otros, por su madre de 91 años.
El exdirectivo dijo haber aguantado «los golpes» y haber hecho lo que «tenía que hacer».
«Yo no tengo por qué hablar, o sea, yo decidí no hablar y esa es una decisión», respondió, consultado por los reporteros si se sentía de alguna forma traicionado o si considera que tiene cosas por contar.
No obstante, prometió que ofrecerá, después de someterse a una intervención quirúrgica de la vista, una rueda de prensa y que estará a disposición de quien quiera entrevistarlo.
También aseguró que no pretender presentar una «demanda contra nadie».
Napout fue detenido en Suiza en diciembre de 2015, trasladado a EE.UU ese mismo mes y condenado junto a otros dirigentes del fútbol sudamericano por conspirar para cometer crimen organizado y por fraude electrónico.
«Me habían avisado que me iban a arrestar», confesó el expresidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), quien recordó que, sin embargo, viajó a Suiza.
Según la Justicia estadounidense, Napout se habría embolsado al menos 3,3 millones de dólares en sobornos entregados por empresas para hacerse con emisiones de torneos internacionales, que le habrían prometido pagos por un valor total de casi 25 millones de dólares.
Por esos delitos fue condenado en 2018 a nueve años de cárcel.
El pasado 29 de junio, en la continuación de una audiencia celebrada el día 23, la jueza redujo la condena, en virtud de una petición de liberación compasiva por la situación medica del exdirigente, quien sufre de cataratas.