Una mujer cuelga de manera simbólica unos muñecos de peluche como manera de representar la inocencia de los niños migrantes en las rejas de entrada de la base militar de Fort Bliss en El Paso, Texas. EFE/Jesús Rosales/Archivo

Los Ángeles – Varios grupos ambientalistas y de derechos humanos se sumaron este jueves a los llamados que demandan el cierre del albergue de menores inmigrantes abierto en la base militar de Fort Bliss, en Texas, “debido a la flagrante contaminación ambiental en el área”.

En una carta a diversas agencias federales, las agrupaciones expresaron alarma por el creciente número de reportes sobre condiciones peligrosas e inseguras para estos menores en Fort Bliss y otros albergues de emergencia.

Las organizaciones firmantes de la misiva son Earthjustice, Hispanic Federation, Alianza Nacional de Campesinas, GreenLatinos y Labor Council for Latin American Advancement.

El llamado al cierre del campamento en Fort Bliss llega después de que varios reportes han detallado las alarmantes condiciones en la base, incluyendo contratistas mal preparados para cuidar niños, grave angustia emocional y trato inhumano.

“Los países más ricos como Estados Unidos deben tratar con cuidado y respeto a los niños migrantes que huyen de la sequía, la carestía de alimentos, la violencia y la pobreza, en particular porque sabemos que Estados Unidos, con sus acciones y falta de acción, desempeña un papel fuerte en las Américas”, dijo Mychal Ozaeta, abogado asociado de Earthjustice.

“Hacemos un llamado a la Administración (del presidente Joe) Biden para que enmiende los errores de pasadas administraciones y se asegure de que los niños son cuidados adecuadamente. También pedimos que se completen las pruebas ambientales requeridas y le evaluación de los riesgos para la salud para determinar la seguridad del sitio en Fort Bliss”, añadió.

En noviembre de 2018, Earthjustice publicó documentos y análisis de expertos sobre los planes para construir un centro de detención temporal para niños y sus familias en Fort Bliss, visitado recientemente por la vicepresidenta, Kamala Harris, y el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.

Los documentos señalan diversos problemas con el proyecto, incluyendo que el Ejército no investigó adecuadamente qué tipo de desperdicios estaban siendo ilegalmente depositados en el sitio.

También señalan que los métodos para examinar muestras de suelo eran inapropiados o nunca se completaron, y que las muestras tomadas después de la supuesta limpieza aún mostraban niveles alarmantes de contaminación.

“Adicionalmente, el depósito ilegal de desperdicios en el sitio puede continuar hasta ahora. Actualmente hay una incertidumbre aun mayor acerca de los peligros ambientales en el sitio, y una mayor necesidad de un minucioso programa de pruebas, análisis y limpieza”, aseveró la organización en un comunicado.

El pasado 8 de julio, varios grupos de derechos humanos y que abogan por los inmigrantes, entre ellos Amnistía Internacional, pidieron al Gobierno de Biden que ponga «fin a la crueldad» en el tratamiento de cientos de niños en el campamento para menores inmigrantes en Fort Bliss.

El llamado se produjo un día después de que dos empleados del Gobierno enviaran una carta a comités del Congreso en la cual describen las malas condiciones en que se viven en el campamento.