París– Expertos y actores de la sociedad civil exigieron hoy mejorar las condiciones de vida de los demandantes de asilo en Francia y facilitar los trámites, en un coloquio organizado en el Museo Nacional de la Historia de la Inmigración de París.
«No puede ser que haya personas que esperen más de un año una respuesta a su demanda de asilo sin poder hacer nada», denunció el director general de la Oficina Francesa de Protección a las Personas Refugiadas y Apátridas (Ofpra), Pascal Brice.
Brice pidió una «verdadera política de integración» que garantice el acceso de los solicitantes de asilo a la formación profesional, al aprendizaje del francés y a una vivienda digna mientras esperan la resolución de su expediente.
En febrero de este año, el Gobierno francés aprobó un proyecto de ley con vistas a reducir de 14 a 6 meses la duración de los trámites de las demandas de asilo para acelerar tanto la concesión a quienes cumplan los requisitos como la expulsión de los rechazados.
El consejero delegado del grupo turístico Voyageurs du Monde, Jean-François Rial, reclamó asimismo que los solicitantes puedan trabajar legalmente.
Una petición ante la que Brice se mostró «reticente» por «las contrariedades en caso de que la solicitud sea denegada». «Creo que es prioritario acelerar el proceso burocrático y garantizar una buena acogida de los demandantes», expuso.
En cualquier caso, los expertos coincidieron en señalar la «incompetencia» de la Unión Europea en la gestión de la crisis migratoria e insistieron en la necesidad de «garantizar y ampliar» los derechos de las personas que huyen de sus países de origen.
En este sentido, Brice propuso «construir un derecho humanitario complementario» al existente para los refugiados para abrir la puerta a reconocer legalmente a los desplazados climáticos y a parte de los migrantes económicos.
«Muchos de los que atraviesan el Mediterráneo son jóvenes con estudios universitarios y un gran potencial de integrarse en el mercado laboral», remarcó Jean Guo, cofundadora de Konexio, que trabaja para la inserción socioeconómica de colectivos vulnerables.
Por otra parte, Hippolyte d’Albis, director de investigación del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS), negó que la inmigración lleve a un aumento del paro, un argumento recurrente del discurso de los que se oponen.
Aun así, hizo hincapié en que «las políticas de asilo deben aprobarse por una cuestión de justicia y de igualdad, no porque los migrantes vayan a relanzar la economía».
«Es evidente que las políticas de integración tienen un coste -añadió-, pero también múltiples beneficios a largo plazo».
Los debates de este Festival anual «Welcome!», organizado por EuropaNova, Europartenaires y el Museo Nacional de la Historia de la Inmigración, se enmarcan en las Consultas Ciudadanas sobre Europa, con coloquios en 27 países europeos hasta finales de mes.