Washington – La migración de venezolanos al exterior se mantendrá aun si hay un cambio de Gobierno, pronosticaron hoy en Washington expertos que analizaron como un fenómeno de largo plazo la salida de más de tres millones de personas de ese país en los últimos años.
«Habiendo una transición, va a tomar un tiempo hasta que las medidas que se adopten, monetarias, financieras, de acceso a trabajo, de productividad (…), empiecen a tener efecto como para que las personas decidan no emigrar», dijo a Efe la directora del Departamento de Inclusión Social de la Organización de Estados Americanos (OEA), Betilde Muñoz-Pogossian.
La experta explicó que empíricamente se ha estudiado que la migración «va a continuar más allá de cualquier cambio que pueda haber en el país de origen», principalmente por «razones de reunificación familiar».
En el mismo sentido se pronunció el presidente del Instituto de Política Migratoria (MPI, en inglés), Andrew Selee, quien observó que en el caso venezolano «no solamente es el conflicto político», sino la economía.
«Y la condición de la economía en Venezuela está crítica y va a ser crítica aunque haya cambios políticos», advirtió el presidente de este centro de pensamiento, tras apuntar que quienes han salido y se han establecido en otros lugares de América Latina «van a querer reunificarse con sus familiares» en sus nuevos países de acogida.
Según un documento presentado en Washington por la OEA y el MPI, más de tres millones de venezolanos viven actualmente fuera de su país, y de estos la mayoría emigró en los últimos tres años, «lo que los convierte en uno de los flujos migratorios y de refugiados más grandes y de mayor velocidad en cualquier región en el mundo».
Este fenómeno, se ha sentido en países como Colombia, Perú, Ecuador, Argentina, Chile, Brasil, Panamá y México, detalló el estudio, titulado «Creatividad dentro de la crisis. Opciones legales para inmigrantes venezolanos en América Latina».
Al estimar la población de venezolanos en cada uno de esos países, Colombia encabeza las cifras, con 1,1 millones de personas, seguida por Perú (635.000), Ecuador (250.000), Argentina (130.000), Chile (108.000), Brasil (98.000), Panamá (94.000) y México (40.000).
Después de analizar la respuesta de cada país a la llegada «de decenas, y, en el caso de muchos países, cientos de miles de migrantes venezolanos», el estudio señala la «urgente necesidad» de «empezar a ver más allá de la apremiante crisis humanitaria y planear a largo plazo».
«Los formuladores de políticas públicas necesitan encontrar vías legales para que los migrantes venezolanos se establezcan durante un mayor tiempo», plantea el informe.
Además, indica que el Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) prevén que a finales de este año unos 5,4 millones de venezolanos residirán fuera de ese país «si las dinámicas y las condiciones actuales se mantienen sin cambio alguno».
El director del Programa para la Región Andina, Norteamérica y el Caribe del Centro de Justicia y el Derecho Internacional (Cejil), Francisco Quintana, criticó la «falta de voluntad política» de los Gobiernos para aplicar una solución regional a la atención de las personas refugiadas, que, dijo, data de finales de los años 80.