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Ciudad de Guatemala – Guatemala tiene la gran oportunidad de solicitar a la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, quien llegará al país este domingo, un Estatus de Protección Temporal (TPS, en inglés) para millones de migrantes, en opinión de la diplomática local Anamaría Diéguez.

La exvicecanciller y exembajadora de Guatemala en España considera el TPS como una opción para beneficio de los migrantes, pero de acuerdo a su visión, en realidad las autoridades locales parecen estar enfocadas en otros asuntos: la soberanía, el control de las Cortes del país y minar la lucha anticorrupción.

«¿Y qué pasa si aprovechamos esta visita y en lugar de dar muestras de que nosotros aquí con la soberanía podemos darle vuelta a las Cortes y a la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), y nos volcamos a pedir este beneficio?», se preguntó Diéguez en una entrevista con Efe.

Las palabras de la exvicanciller se enmarcan en la visita de 24 horas que llevará a cabo la vicepresidenta estadounidense a Guatemala durante este domingo y lunes, en un viaje donde dialogará con las autoridades locales sobre la migración irregular y la corrupción.

Diéguez considera que el TPS sería una solución al menos temporal para el país, con tres millones de sus ciudadanos en EE.UU., la mayoría de manera ilegal, y con más de 300.000 que cada año deciden emigrar ilegalmente a la nación norteamericana en busca de mejores condiciones de vida, alejados de la pobreza y la violencia.

El TPS del Gobierno estadounidense da una residencia temporal y permisos de trabajo para personas que han huído de países en los que han ocurrido desastres naturales o conflictos violentos. Actualmente, en América cuentan con dicho beneficio El Salvador, Honduras, Haití y Venezuela.

Diéguez recuerda que en noviembre del año pasado las tormentas Eta e Iota dejaron 61 muertos, 1,8 millones de personas damnificadas y otros 2,4 millones de afectadas por las lluvias, según datos oficiales.

«Tuvimos las tormentas Eta e Iota y hubo suficiente daño en comunidades que no fueron reparadas, sobre todo en las más pobres de Alta Verapaz (departamento en el norte de Guatemala), que tiene los índices de desarrollo humano al nivel más bajo, por lo tanto el TPS aplicaría», enfatiza.

¿QUÉ ENCONTRARÁ HARRIS?

La exviceministra de Relaciones Exteriores guatemalteca señala que la vicepresidente Harris en Guatemala «se va a encontrar con un montón de cartas que distintos sectores de la sociedad guatemalteca le envían y que muestran cuán polarizados hemos llegado a estar», sobre todo por la influencia, dice, de «esa polarización que (el expresidente) Donald Trump fomentó».

Diéguez incluso recuerda con pesar haber vivido dos años de la Administración Trump en la Cancillería guatemalteca, por lo que reconoce que no puede ser «parcial» cuando habla del exmandatario norteamericano.

La diplomática ve principal relevancia para la visita de Harris en el tema de la corrupción que impera en Guatemala y que produce la migración irregular.

La corrupción provoca que las inversiones del Estado no lleguen a «impactar en el bienestar de las comunidades, porque no hay salud, no hay educación y no hay carreteras», explica Diéguez en referencia a un país donde el 59 % de sus 16,3 millones de habitantes viven bajo el umbral de la pobreza.

«¿Cómo vamos a tener desarrollo? La corrupción sí está en medio de los problemas y EE.UU. tiene clarísimo cuál es el problema y quiénes son las personas que contribuyen a que la corrupción siga existiendo», esgrime Diéguez.

La exembajadora de Guatemala en España también recordó el Plan Alianza para la Prosperidad impulsado por Estados Unidos hace cinco años en la región, específicamente también en Honduras y El Salvador, y que finalmente se diluyó.

«Los países aprenden de los errores o de las acciones no realizadas, y efectivamente el Plan de la Alianza para la Prosperidad que manejaba cifras y la gente en Guatemala creía que el Gobierno (de EE.UU.) tenía una chequera infinita para estar dando fondos, pero no era así», argumenta.

Es por ello que Diéguez ve relevante el nuevo plan de inversión para el desarrollo anunciado en mayo por parte de EE.UU. de cuatro años y de unos 4.000 millones de dólares para los tres países del norte de Centroamérica: Guatemala, Honduras y El Salvador.

Además, también ve con optimismo que Harris citó a la Casa Blanca en mayo a grandes empresarios para pedirles que inviertan en la región, situación que podría fortalecer el nuevo plan de desarrollo.

De cualquier manera, en opinión de Diéguez en Guatemala también son necesarios socios «diversos» y evitar estar «enfrentados» en el país, pues es necesario «buscar en conjunto» el desarrollo, «bajando las defensas, los prejuicios y buscar mínimos para trabajar y hacerlo, porque la situación del país es muy, muy difícil», dice.

La vicepresidenta estadounidense viajará el lunes a México tras visitar Guatemala, en una gira como parte de la solicitud del presidente, Jose Biden, para atender la crisis migratoria en la frontera sur de EE.UU.