Ciudad de México – El actor y conductor mexicano Xavier López Rodríguez, quien murió este sábado a los 88 años de edad, será recordado como su personaje «Chabelo», un niño de voz aguda y pantaloncillos que formó parte de la vida de los mexicanos desde que lo interpretó por primera vez en la década de 1950.
“Esta es una mañana muy triste, Xavier López Chabelo, padre, hermano y esposo nos ha dejado de manera súbita, a causa de complicaciones abdominales”, informaron familiares del actor.
Además, la familia López Miranda pidió a los mexicanos y seguidores del icónico personaje Chabelo orar por su descanso, así como permitirles un duelo por su partida en paz.
“Con el alma desgarrada y sabiendo que muchos y muchas personas lo han querido por muchos años y que sentirán su partida, les pedimos orar por su descanso y nos den oportunidad de pasar en paz el duelo que embarga a toda nuestra familia”, señalaron.
Aunque Chabelo creció y vivió la mayor parte de su vida en México, nació el 17 de febrero de 1935 en Chicago, Estados Unidos, donde se conocieron y vivían sus padres.
De hecho, siempre retuvo la nacionalidad estadounidense e incluso fue reclutado a los 18 años por el Ejército de ese país durante la Guerra de Corea (1950-1953).
Sirvió durante unos meses en una base militar en San Diego, aunque nunca vio acción de combate porque el conflicto terminó en esos días.
Después de regresar a México de su conscripción, ingresó a la universidad para estudiar medicina, pero por casualidad y necesidad empezó a trabajar como ayudante general en la incipiente televisión mexicana.
En una ocasión el locutor y presentador Ramiro Gamboa, «Tío Gamboín», conociendo su habilidad para impostar voces, le pidió que leyera un chiste de un libro.
Se trataba de un padre y su hijo, que se llamaba Chabelo, y al leerlo hizo la voz de niño que lo acompañaría en adelante, pese a sus imponentes 1,92 metros de estatura.
Gamboa lo invitó a contar chistes a su lado en la radio y así nació Chabelo durante la emisión del programa infantil Carrusel musical.
Con el personaje también se inició la carrera de López en el mundo del espectáculo, lo que lo llevó a dejar sus estudios de medicina.
Durante varios años, Gamboa y López formaron un dúo en que aquel hacía de padre de este en producciones de televisión y en cine.
Después de radicar durante un tiempo en Nueva York, donde trabajó en teatro y cine, regresó a México y se desempeñó como escritor con el programa «La media hora de Chabelo», que duró más de siete años y del que derivaron otros programas cómicos.
Trabajó en numerosas producciones cinematográficas al lado de directores de renombre como Ismael Rodríguez y Arturo Ripstein, así como de comediantes de la talla de Germán Valdés «Tin Tán», Manuel «Loco» Valdés, Gaspar Henaine «Capulina» y Mario Moreno «Cantinflas».
En noviembre de 1967 salió al aire su programa de concursos dominical «En familia con Chabelo», de corte familiar, en el que trabajó como escritor, productor y conductor.
En 2012, fue galardonado con dos certificados de Récord Guinness por sus 44 años como presentador de «En familia con Chabelo» y por su trabajo como actor durante 57 años interpretando al personaje de «Chabelo, el amigo de todos los niños».
No obstante, el 27 de noviembre de 2015 anunció el final de «En Familia», luego de 48 años de transmisiones continuas en la cadena Televisa.
«Todo en la vida tiene un ciclo, un principio y un final», dijo Chabelo en un vídeo divulgado en redes sociales tras semanas de rumores sobre el destino de su programa.
Pero siguió trabajando como el mismo niño de pantaloncillos hasta diciembre de ese año en el programa de televisión «Parodiando», a pesar de su rostro surcado por arrugas y su voz aguda de infante marcada por un tono áspero.
En 2018 mucha gente escuchó por primera vez su voz natural en la película de intriga «El complot mongol», en la que hizo el papel de un militar.
Un año más tarde, en 2019, desmintió a través de las redes los rumores acerca de supuestos problemas de salud: «Yo estoy muy bien. Los que hacen chismes, muy mal. Con todo cariño les mando una trompetilla», dijo en octubre, con su característico buen humor.