Nueva York – Familiares de internos en centros de detención de inmigrantes en Nueva Jersey denunciaron este viernes que los contagios por coronavirus en estas instalaciones son muchos más que los dos casos ya confirmados, y pidieron la intervención de políticos locales para lograr la liberación de los indocumentados.
Los familiares y activistas unieron sus voces para exigir al Gobierno de Estados Unidos el cierre de todos los centros de detención del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) en el país y la liberación de la población penal por la crisis derivada de la pandemia del COVID-19.
También pidieron Andrew Cuomo, gobernador de Nueva York, donde residen muchos de los inmigrantes detenidos, y Phil Murphy, gobernador de Nueva Jersey, donde ubican estos centros, que intervengan ante las autoridades federales para cerrar las instalaciones.
Reiteraron en una conferencia de prensa que a los inmigrantes no se les está proveyendo del equipo necesario para protegerse ni del tratamiento médico adecuado, que los centros están sucios y hay hacinamiento y que no se les informa sobre lo que está ocurriendo con la pandemia.
Jessica, quien reside en Brooklyn, indicó que en una conversación telefónica sostenida el jueves con su pareja, un detenido en el condado de Bergen de Nueva Jersey, éste le informó que se confirmó de un inmigrante contagiado que trabajaba en la cocina de la institución, tras lo cual los detenidos fueron encerrados en sus celdas y solo se les permitió salir media hora.
También que «están diciendo dentro (entre los inmigrantes) que hay 50 casos confirmados de coronavirus» y no un solo caso como ha divulgado el ICE a los medios de comunicación.
Inmigración confirmó sobre un mexicano de 31 años en el centro de detención en Bergen que se convirtió en el primer caso en una prisión en este estado contagiado con el virus, y de un segundo inmigrante en el condado de Essex.
Jessica denunció además que las solicitudes de atención médica de los inmigrantes toman hasta dos días «y cuando finalmente les atienden solo le dan medicamentos para un día».
«La celda en la que está estaba designada para solitario (cuando imponen castigo y diseñada para albergar una persona) y ahora están dos en la misma celda», denunció la mujer.
Varios grupos de defensa legal sin ánimo de lucro de Nueva York han reclamado insistentemente que los inmigrantes sean liberados, y ante el silencio del ICE iniciaron acciones legales.
Como resultado este jueves una jueza federal ordenó que 10 inmigrantes latinos con condiciones de salud subyacentes fueran liberados de tres centros de detención en Nueva Jersey.
Cada uno sufre de condiciones de salud crónicas -diabetes, problemas hepáticos, renales, cardíacos o pulmonares y trastorno neurocognitivo- que les implica riesgo inminente de muerte o lesiones graves si se exponen al COVID-19, señala la decisión del tribunal.
La jueza también indicó que ese riesgo inminente se enfatiza por el hecho de que las tres cárceles que albergan a los peticionarios han confirmado casos de COVID-19 .
Victoria, cuyo esposo, con una condición pulmonar desde hace dos años, también está en el condado de Bergen, indicó por su parte en la conferencia de prensa que inmigrantes en esa instalación se unieron a la huelga de hambre declarada la pasada semana por indocumentados en otros centros, tras el surgimiento de más casos del virus en esa prisión.
«Pido a los gobernadores de Nueva York y Nueva Jersey que liberen a todos los detenidos», dijo la inmigrante, que este viernes pudo conversar con su pareja, de quien dijo que hace dos años tuvo fractura de costilla que le perforó el pulmón, lo que le coloca en alto riesgo de ser contagiado con el nuevo coronavirus.
«Hablé con él en la mañana y me dijo que otra unidad (en Bergen) se puso en huelga porque no han querido darles información» luego del nuevo caso confirmado en la institución (el trabajador de la cocina), dijo Victoria.
Denunció igualmente que según su esposo, no se les provee a los detenidos de guantes ni mascarillas para protegerse. «Pido por favor que les liberen a todos para que puedan estar con sus familias», indicó la angustiada mujer.
De acuerdo con el activista Jorge Torres, de la campaña ICE Free New Jersey, más de 52 inmigrantes se habían declarado en huelga de hambre en el país, incluyendo cuatro centros de Inmigración en Nueva Jersey.
«Hay muchas mujeres con problemas de salud, muchas madres desesperadas con hijos con condiciones especiales, que no deben estar ahí» en el centro del condado de Hudson, afirmó la inmigrante María de los Ángeles, que conoce de primera mano la situación porque estuvo detenida allí.
«Pedimos al gobernador (Murphy de Nueva Jersey) que se toque su corazón porque están desesperadas allí adentro (las inmigrantes) y que las libere» así como a los inmigrantes en todos los centros.
Pamela, con un primo en el condado de Bergen, también hizo un llamamiento a Murphy «para que use todo su poder» ante el Gobierno federal para la excarcelación de los indocumentados.
«El derecho a la vida es uno de nuestros principales derechos que debemos defender, no importa los riesgos que tomemos, el derecho a que Gobierno nos proteja de una enfermedad que está afectando al mundo. No debemos permitir que esto siga pasando en un país donde se dice que vivimos en libertad», indicó Torres, de ICE Free New Jersey.
Insistió que en EE.UU «no vivimos en libertad porque tenemos personas detenidas por cargos menores como manejar sin licencia o con una luz rota».
«Exigimos el derecho a que nuestras vidas también valen», abundó.
Torres advirtió que la comunidad seguirá saliendo a la calle a defenderse y exigir sus derechos.