Miami (EE.UU.) – Tras haber ganado el duelo generacional de semifinales, el legendario Roger Federer, cuarto cabeza de serie, y el estadounidense John Isner, séptimo favorito, se verán por primera vez en cuatro años en la gran final del Abierto de Miami, que el domingo tendrá como escenario a la nueva sede del Hard Rock Stadium, de Miami Gardens.
Federer, de 37 años, que buscará su cuarto título del Abierto de Miami, lo ganó en el 2005, 2006 y 2017, y el vigésimo octavo Masters 1000 como profesional, saldrá con la ventaja de 5-2 en los duelos anteriores protagonizados frente a Isner, incluido el segundo en el que esté en juego el título de un torneo Masters 1000.
La última vez que se enfrentaron ambos tenistas fue el Rolex Paris Masters del 2015 con triunfo de Isner en tres sets.
Desde entonces, Isner ha obtenido un Ranking ATP No. 8 (en julio de 2018), que alcanzó su nivel más alto en su carrera, tras llegar a su primera semifinal de Grand Slam (2018 Wimbledon) y obtuvo su primer título ATP Masters 1000, el año pasado, en Miami, al vencer en la final al alemán Alexander Zverev.
Ahora, Isner, de 33 años, tiene marca perfecta de 11-0 y a las puertas de la defensa del título sin que haya cedido un solo set en los cinco partidos previos que le colocaron en la gran final, además de haber ganado nueve de los 10 en el desempate.
Después de someterse a una cirugía de rodilla en 2016 y tomarse la segunda mitad de esa temporada para recuperarse, algunos críticos se preguntaron si Federer volvería a la cima del tenis mundial.
Como ya es habitual en el legendario tenista suizo, los silenció a todos tras conseguir 12 títulos más del ATP Tour, incluidos tres Grand Slams, tres títulos Masters 1000 y su título número 100 a nivel de tour a principios de este mes en el Dubai Duty Free Tennis Championships al vencer al joven griego Stefanos Tsitsipas.
Después de sobrevivir a una ronda de apertura en Miami contra el moldavo Radu Albot, perdió un promedio de seis juegos en sus últimos cinco partidos.
Pero la nota dominante del duelo es que no habrá secretos cuando se reúnan Federer e Isner en la pista central montada en el Hard Rock Stadium, el campo de los Dolphins de Miami, de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), donde en febrero del 2020 también se jugará el Super Bowl.
Isner se presenta al partido con uno de los mejores servicios de todos los tiempos contra uno de los mejores restos, golpe de derecha, revés y subida a la red, lo que hace que la mayoría de todos sus duelos han sido altamente competitivos y el choque del domingo no debería ser una excepción.
«Definitivamente tiene uno de los servicios que básicamente no puedes descifrar. Es así de simple», admitió Federer. «Solo esperas que las estrellas se alineen, que elijas el lado correcto, que él elija el lado equivocado, tal vez pierda un servicio, que puedas ponerlo en situaciones incómodas una y otra vez, y al final de alguna manera encuentres la debilidad que te ayuda a ganarlo».
La familiaridad con el momento de un partido por el título podría jugar un factor. Federer está jugando en su 50ª Masters 1000 final (27-22), mientras que Isner está compitiendo en su quinto (1-3).
Será importante para Federer tener un buen comienzo como lo ha hecho en sus últimos dos partidos contra el surafricano Kevin Anderson, sexto favorito, y al joven canadiense de 19 años, Denis Shapovalov, vigésimo cabeza de serie, en la semifinal (6-2 y 6-4).
Si puede ponerse temprano con ventaja, Federer establecerá que esa será la estrategia a seguir de cara a lograr la victoria.
Mientras, Isner, el «rey» de desempate en Miami, contra Federer es también impresionante, pero menos dominante con 4-4, por lo que Isner tendrá que cuidar sus juegos de servicio y continuar manteniendo el marcador cerrado.
Cuanto más largo sea un set, más favorecerán las probabilidades de triunfo de Isner, como le sucedió en la semifinal ante el adolescente canadiense Félix Auger-Aliassime al que venció por 7-6 (3) y 7-6 (4).
Antes había superado al italiano Lorenzo Sonego, al español Albert Ramos, al inglés Kyle Edmund y al también español Roberto Bautista.
El tenista estadounidense minimizó sus posibilidades de defender su corona al comienzo del torneo, pero su enfoque discreto no reflejaba su confianza inquebrantable en que podía hacerlo.
Si bien algunos aficionados se sorprenden al verlo producir otra carrera inspirada, Isner no lo está y cree que tiene las herramientas para irse de Miami con títulos consecutivos.
«Personalmente creo que puedo ganar cualquier torneo en el que participe por lo consistente que puedo ser y por lo bien que en ocasiones haga mi saque», analizó Isner. «No me sorprende que vuelva a ganar la final», afirmó.