Ciudad de México – El Festival Internacional de Cine sobre Migración en México, que se celebra a partir de este martes y hasta el 24 de noviembre, llega a su séptima edición con el objetivo de “mejorar la empatía” de la ciudadanía hacia los migrantes a través de las películas.
En conferencia de prensa en una sede de la cadena Cinépolis, en el lujoso barrio de Polanco, Dana Graber, jefa de misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM/ONU Migración) en México, entidad que coordina el festival, aseguró este martes que ese es uno de los objetivos del ciclo.
La exposición pública también contó con las intervenciones de Peter Grohmann, coordinador residente de Naciones Unidas en México; Jorge Villalobos, codirector del documental “Home Is Somewhere Else”, que inauguró el ciclo, y Leni Álvarez, activista y fundadora de Other Dreams en Acción, entre otras personalidades.
“¿Por qué el cine? Obviamente, es una herramienta que permite a las personas (…) soñar otros sueños, entender un poco mejor cómo es ser una persona migrante”, expuso Graber, que añadió que las películas ayudan a “mejorar la empatía” de la ciudadanía con los movimientos migratorios y sus retos.
Para alcanzar este objetivo, el festival programó 35 sesiones en 13 ciudades mexicanas, como Ciudad de México o Querétaro, y una estadounidense, El Paso, Texas, además de ofrecer 15 funciones más dirigidas a población migrante y estudiantes universitarios.
Los filmes que se podrán ver en el ciclo abordan, entre otros “aspectos clave” que marcan las vidas de los migrantes, la integración de las personas migrantes en sus países de acogida, la reunificación familiar o el retorno a sus comunidades de origen.
El concepto de “retorno forzado”
Por otra parte, la presentación del festival contó con un conversatorio entre Villalobos y Álvarez, quien se vio forzada a volver a México, su país natal, desde Estados Unidos hace 14 años, lo que ella catalogó de “retorno forzado”.
Este término, según Álvarez, cuestiona el adjetivo “voluntario” que se le otorga al retorno desde algunos círculos académicos y retrata mejor la realidad de las personas que son obligadas a volver a su país: “Una persona deportada es, para mí, una persona sistémicamente secuestrada por un país”.
Grohmann, en su intervención, apoyó la postura de la activista y denunció que “no se está visibilizando tanto” la problemática del “retorno forzado”, por lo que abogó por un cambio de mentalidad.
“Yo espero que, en el futuro, más personas que han sido forzadas a emigrar puedan retornar de una forma realmente voluntaria a sus comunidades”, expuso.
En este sentido, el coordinador residente de Naciones Unidas puso de ejemplo la cumbre migratoria de México y otros países latinoamericanos celebrada en octubre porque, en su opinión, transmitió la idea de que nadie “se debería rendir ante las causas de la migración”.
Entre los filmes que se podrán ver en el ciclo destacan “Luciérnagas”, de la iraní Bani Khoshnoudi, o “La frontera”, del mexicano Christian Arredondo.