Tegucigalpa – Comayagüela celebra este jueves 8 de diciembre la fiesta de la Inmaculada Concepción de María, considerado un dogma que alegra a toda Honduras.

La celebración llega en momentos en que decenas de barrios y colonias de Comayagüela se encuentran en un estado de excepción decretado bajo un decreto ejecutivo para combatir la inseguridad y especialmente la extorsión de las maras y pandillas.

Los comayagüelas siempre han reclamado que son la cara desigual de la capital hondureña, que compone junto a Tegucigalpa, donde se invierten la mayor cantidad de recursos municipales y que se lleva todos los galardones al tenor del olvido de los primeros.

De su pasado glorioso, que fue cuna de ilustres ciudadanos a lo que es en la actualidad, hay una profunda distancia. La ciudad ha sufrido el embate de fenómenos naturales, pero también ha sido víctima de la indiferencia de los gobiernos municipales que poco han hecho para edificarla tanto en su desarrollo humano como cultural y urbano.

Por estos tiempos también es común ver en sus calles a centenares de migrantes venezolanos, colombianos, cubanos y de otras nacionalidades, que piden dinero en las esquinas o paradas de buses para ajustar el pasaje que los lleve a la frontera con Guatemala y seguir su camino rumbo a Estados Unidos.

Proceso Digital conversó con los migrantes apostados en calles de Comayagüela.

Igualmente, para esta época de fin de año las calles de Comayagüela suelen estar atestadas de comerciantes que buscan agenciarse algunos recursos para celebrar la Navidad, mientras decenas de vehículos contribuyen a hacer más bulliciosa la ciudad.

En medio de todo ese temor los feligreses católicos celebran la festividad de la Inmaculada Concepción de María, un dogma que es recordado cada año sin importar las circunstancias.

(LEER) Comayagüela, la cara desigual de la capital

Una festividad en el nuevo mundo

La iconografía católica da cuenta de la Inmaculada Concepción en la Península Ibérica, antes del descubrimiento de América. Nutridas crónicas señalan que el Conquistador Hernán Cortés, fue quien incluso la utilizó en su estandarte para conquistar a los pueblos del centro y sur de México.  Posteriormente fueron las órdenes religiosas, franciscanas y mercedarias, quienes lograron propagar la veneración e incluso en la mayoría de hospitales que se organizaron en México a lo largo del siglo XVI, tenían como benefactora a la Inmaculada Concepción. Curiosamente, esta imagen lleva corona, como para remembrar el poder absoluto de la Corona Española, tiene una especie de halos puntiagudos que simulan rayos de luz, tan frecuentes en la representación pictórica de ese entonces.

Posteriormente, algunos gremios y cofradías, la fueron incorporando como patrona, especialmente, plateros, tejedores y algodoneros.

En la historia de la pintura mexicana, se hace énfasis en un lienzo pintado en 1774 por Antonio Vallejo, retrato que sirvió de parámetro para otros artistas.

Fiestas trascendentes a la Inmaculada Concepción se hacen en México, Chile, Perú y Nicaragua, esta última desde mediados del siglo XIX después de la denominada guerra nacional centroamericana, especialmente en León y Masaya; al grito de quien vive, tiene miles de feligreses y los nicas se toman calles y avenidas.

La Inmaculada Concepción, resulta significativa para la nomenclatura geográfica del Continente americano e incluso para Honduras, así tenemos Concepción (Ocotepeque), Concepción (Intibucá, Concepción Norte en (Santa Bárbara), Concepción Sur (Santa Bárbara) y Concepción en (Copán).

Sobre Comayagüela

Las calles pequeñas distinguen a Comayagüela.

El término no sabemos qué significa, pero sí que existe un riachuelo con ese nombre, cerca de Guata en Olancho, contó a Proceso Digital el historiador Rubén Darío Paz. 

La referencia más antigua es la que se incluye en Documentos Coloniales de Honduras- (Héctor Leyva) donde el sitio se describe “como un poblado de ocho tributarios en 1582 encomendado a Francisco de Olvera en la jurisdicción de San Jorge del Valle de Olancho”.

Varios cronistas dan fe, que los indios de Comayagüela, fueron los que trabajaron de gratis en la construcción del Puente Mallol, lo que permitió que los criollos de Tegucigalpa, se interrelacionan con los indios vecinos.

La primera festividad se realizó en 1849, justo cuando el “poblado de indios”, pasó a convertirse en Villa. En 1897 gracias a su crecimiento y empuje económico se le otorgó el título de Ciudad en tiempos de Policarpo Bonilla, en ese sentido ya muchas casas comerciales empezaron a darle vida a la “ciudad”. 

En algunas monografías de los años 50, se describen que personajes influyentes de Tegucigalpa, se reunían en un lugar denominado “La Casa de Las Trancas”, ahí se hacían fiestas bullangueras y participaban Ramón Rosa y Adolfo Zúñiga, forjadores e intelectuales de altos vuelos.

En 1902, el Congreso oficializó La Feria en vista de la enorme participación popular que tenía Comayagüela, tanto que aprobaron 15 días de fiestas. Desde esas fechas se empezaron a organizar un comité de Festejos de Feria de Comayagüela.

La Calle Real, donde antes era el “camino real”, vía empedrada que salía desde el Puente Mallol, hasta el Puente Guacerique, hasta conectar con la Carretera del Sur, que fue aperturada en tiempos de Marco Aurelio Soto. Sin duda que la Calle Real, es un espacio de mayor trascendencia, propicio para interacción social y lugar donde estaban los principales negocios de la ciudad.

Desde la nostalgia, se distingue como La Calle de los Poetas y con justa razón; Juan Ramón Molina, Rómulo E. Durón, Luis Andrés Zúniga, Guillermo Bustillo Reina, Salvador Turcios y Rafael Heliodoro Valle, nacieron ahí. 

La iglesia Inmaculada Concepción de Comayagüela.

Al frente de la Iglesia de la Inmaculada Concepción, estaba la Plaza del mismo nombre, pero en tiempos de los reformadores (Soto y Rosa), crearon el Parque La Libertad, incluyendo una estatua de La Libertad (Obra realizada en Italia por Francisco Durini). Después se incorporó el busto de José Martí y por último al poeta más destacado de Honduras, Juan Ramón Molina.

Donde estuvo la Plaza de San Isidro en tiempos antiguos se construyó el Parque Colón en 1910, pero la actividad comercial lo absorbió.

Cerca del Obelisco, que se construyó en 1921 para conmemorar los primeros 100 años de Independencia, estuvo La Plaza Justo Rufino Barrios, pero se canceló y se creó el Parque del Soldado.

La Feria de Comayagüela en numerosas descripciones, se apunta eran bien concurridas, procesiones religiosas, habían corridas de toro, proyecciones cinematográficas, música de bandas, desfiles, carrusel, carreras típicas, cohetes, rugido de cañón, marimbas, adornaban los balcones, y había torneos de prosistas y poetas, juegos de azar, el espacio que se utilizaba era desde el Obelisco, hasta el parque La Libertad.

Comayagüela, junto a Tegucigalpa, forma el Distrito Central, desde mediados del gobierno de Tiburcio Carías. A la fecha, conserva una serie de monumentos de trascendencia para la vida nacional, sobre todo esas casas solariegas desde mediados del siglo XIX, más los sitios donde nacieron una serie prohombres de las letras hondureñas. Nada despreciable, aunque merece una intervención por especialistas en arquitectura y restauración histórica es el Cementerio General, donde por décadas coincidieron los diferentes estratos sociales de Tegucigalpa y Comayagüela.

El padre Carlos Rubio.

Un dogma que alegra a Honduras

De su lado, el sacerdote Carlos Rubio, párroco de la iglesia San Martín de Porres de la capital, dijo a Proceso Digital que la fiesta de la Inmaculada Concepción de María, es un dogma que alegra a Honduras.

Un dogma es una doctrina o un sistema de pensamiento que se tiene por cierto y que no puede ponerse en duda dentro de su sistema y fue el papa Pío IX quien declaró el dogma de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María el 8 de diciembre de 1854, explicó el religioso.

“María fue preservada inmune de toda mancha de pecado original, entonces cuando el ángel anuncia según el evangelista San Lucas capítulo 1, versículo 26, María escucha la voz del ángel que es la voz de Dios y responde con un sí. Ahí se hace realidad el proyecto de Dios”, reflexionó.

El sí de María es para toda la humanidad ya que es la humanidad entera la que recibe al Salvador del Mundo concebido en el seno de María.

“Desde mi vocación sacerdotal, María es un ejemplo del sí a Dios, de la pureza, de la santidad, de la obediencia a Dios”, compartió.

Una fiesta para todos

Aunque se percibe que es una fiesta de Comayagüela es una fiesta para todos ya que en diferentes departamentos muchas parroquias son marianas e incluso llevan el nombre de Inmaculada Concepción de María, subrayó el sacerdote.

“Comayagüela solo es una parroquia, pero tenemos también en Cantarranas, Tatumbla, Choluteca, Juticalpa, Danlí y Comayagua, por mencionar algunas”, apuntó.

Es una fiesta universal a que todos creemos que María es pura y sin manchas, que es la madre de Dios y que es nuestra intercesora

Se debe celebrar con gozo y alegría a quien concibió al verbo encarnado y nos lo dio para la salvación de todos.

“Dios que no improvisa nada preparó en su proyecto salvífico la Inmaculada Concepción de María para que fuera la madre de Dios con el consentimiento de ella. El plan divino desde el principio era que el hijo de Dios naciera de una mujer pura y sin mancha”, caviló.

En el Festival de la Chimeneas Gigantes en Trinidad, Santa Bárbara, no pasó desapercibido el festejo a la Inmaculada Concepción de María

Inmaculada Concepción, origen de festejos

La Inmaculada Concepción de María no pasa de forma desapercibida en Honduras, es una fecha que da paso a otros festejos como el Festival de la Chimeneas Gigantes en Trinidad, Santa Bárbara.

Así lo manifestó a Proceso Digital, José Luis López, productor general del festival, quien contó que el origen del popular festival que es visitado por miles de turistas y que tuvo lugar durante el pasado fin de semana es la fiesta de la Inmaculada Concepción de María.

El origen del festival de las Chimeneas Gigantes tiene que ver con el sincretismo religioso ya que el fin principal es hacer homenaje a la Inmaculada Concepción de María, refirió el artista nacional.

Cabe señalar que, el Congreso Nacional declaró el festival de la Chimeneas Gigantes como Patrimonio Cultural de Honduras.