Los Ángeles – El fiscal de Texas, Ken Paxton, acusó este martes al gobierno Biden de tener una política de «fronteras abiertas», tras su anuncio de desmantelar definitivamente el programa «Quédate en México», que obliga a los solicitantes de asilo a esperar fuera de EE.UU. el trámite de sus casos.
El presidente Joe Biden «ha dejado en claro que nuestras fronteras están abiertas y no le importa como impacta a nuestras comunidades «, dijo Paxton en un mensaje en Twitter.
Paxton arremetió contra la Casa Blanca después de perder una batalla legal que emprendió en abril de 2021 para restablecer el programa Protocolos de Protección a Migrantes (MPP), también conocido como «Quédate en México».
El Gobierno demócrata puso fin a la medida establecida por el expresidente Donald Trump (2017-2021), pero en respuesta a una demanda encabezada por Texas las cortes obligaron a restablecer la medida en diciembre pasado.
Pero la batalla legal se extendió hasta el Tribunal Supremo, que se puso del lado del Gobierno Biden al dictaminar que el ejecutivo tenía el poder de poner fin al programa.
Este lunes el juez federal Matthew Kacsmaryk anuló su fallo a favor de Texas y Misuri y despejó el camino para que la Administración desmantele definitivamente el programa.
El Departamento de Seguridad Interna (DHS) acogió este lunes favorablemente la decisión del magistrado y dijo que «se compromete a poner fin a la implementación de MPP de una manera rápida y ordenada».
Por su parte Paxton elogió hoy nuevamente el programa y aseguró que «la política de la era Trump ayudó a detener la inmigración ilegal».
Añadió que Texas seguirá luchando para «detener esta locura».
Más de 60.000 solicitantes de asilo, la mayoría de los cuales quedaron varados en campamentos en la frontera mexicana, hicieron parte de la primera parte del programa.
Cerca de 5.800 inmigrantes han sido procesados a través de la segunda fase de MPP impuesta desde diciembre pasado, según recientes cifras. La mayoría de inmigrantes son de Nicaragua, Cuba, Colombia y Venezuela.
Paxton está en campaña para reelegirse y enfrentará a la demócrata Rochelle Garza en las elecciones de noviembre próximo. Ningún demócrata ha ganado ese puesto de elección popular en Texas desde 1994.
