Ciudad del Vaticano, 5 jul (EFE).- El papa Francisco expresó hoy su «profundo dolor» por el fallecimiento del cardenal brasileño Cláudio Hummes y recordó que fue quien inspiró su nombre al pedirle tras su elección en 2013 que «no se olvidara de los pobres».

«Mis oraciones son también de gratitud a Dios por los largos años de su delicado y cuidadoso servicio, siempre guiado por los valores evangélicos, a la santa madre Iglesia en varios cargos pastorales que le fueron encomendados en Brasil y en la Curia romana y por su compromiso en los últimos años con la Iglesia que camina en la Amazonía», escribió Francisco en un telegrama al actual arzobispo de Sao Paulo, Odilo Pedro Scherer.

En la misiva, el pontífice confesó que «siempre» lleva en la memoria las palabras que «Don Cláudio» le dirigió cuando fue elegido papa el 13 de marzo de 2013.

Se sabe que aquella tarde de «fumata blanca», cuando Bergoglio ganó la votación en la Capilla Sixtina, el purpurado brasileño le pidió que no se olvidara de los pobres.

Es por eso que eligió el nombre de Francisco, en honor al santo de Asís, patrón de los últimos.

Cláudio Hummes, cardenal y arzobispo emérito de la ciudad brasileña de Sao Paulo, falleció ayer lunes a los 87 años víctima de un cáncer de pulmón.

Hummes, quien en 2006 llegó a ser nombrado por el papa Benedicto XVI prefecto de la Congregación para el Clero y miembro de la orden franciscana de los Frailes Menores desde 1952, comenzó a ser conocido en Brasil hace unos 40 años como responsable de la Pastoral Obrera, en la que actuó entre 1979 y 1990.

En sus primeros tiempos al frente de la Pastoral Obrera, respaldó unas masivas huelgas sindicales en tiempos de la dictadura militar que gobernaba el país (1964-1985) y hasta llegó a acoger en una iglesia algunas reuniones clandestinas de líderes obreros.

No pertenecía, sin embargo, al grupo de sacerdotes brasileños que adhirieron a la Teología de la Liberación, la cual consideraba que «tenía algunos valores» pero estaba distanciada de la doctrina de la Iglesia por sus «principios marxistas».

El expresidente brasileño, Luiz Inázio Lula da Silva, le recordó por su «amor incondicional» a los pobres en «las situaciones más adversas» y por «desafiar» a la dictadura en 1970 protegiendo a los sindicalistas en la diócesis de Santo André.

Hummes nació el 8 de agosto de 1934 en Montenegro, un pequeño municipio del estado de Río Grande do Sul, donde en 1958 fue ordenado sacerdote y cursó estudios de Filosofía en la Pontificia Universidad Antonianum, de Roma.

En 1975 fue nombrado obispo de Santo André por el papa Paulo VI y permaneció hasta 1996, cuando fue transferido a la Archidiócesis de Fortaleza, capital del estado de Ceará, en el noreste de Brasil, donde volcó su trabajo eclesiástico en torno a las familias de la periferia de esa ciudad.

Hummes fue designado arzobispo de Sao Paulo en 1998 por el papa Juan Pablo II, quien en 2001 lo nombró cardenal, y ejerció esas funciones hasta que en 2006 fue transferido por Benedicto XVI a Roma, para hacerse cargo de la Congregación vaticana para el Clero.