Roma – El estadounidense Taylor Fritz se agigantó este sábado ante el alemán Alexander Zverev, al que tumbó en tres sets, por 6-3, 3-6 y 7-6 (3), para acceder a la final de la Copa de Maestros.
Arrasando en la fase de grupos, con las buenas sensaciones de haber ganado en París hace apenas unas semanas y dominador junto a Jannik Sinner de la última parte de la temporada. Así llegó Zverev a unas semifinales en las que era claro favorito. Pocos apostaron por Fritz en Turín, pero acabó ganando tras un partido gigante. Resistió cuando le tocó y apretó cuando pudo con todo el acierto para ser el primer finalista en Turín.
Lo cierto es que el estadounidense ya había demostrado estar a gran nivel en sus primeros partidos. Solo una derrota, ante el intratable Sinner, y ante Zverev volvió a mostrar una versión muy buena, sólida, dominadora en muchos momentos, especialmente en un primer set que puso patas arriba estas Finales ATP.
Porque el estadounidense, con 3-2 a su favor, jugó un sexto juego que le permitió soñar con todo. Tuvo una bola de ‘break’, la salvó Zverev. Se ganó otra apenas un punto después. Y ahí ya no falló. Hizo saltar todas las alarmas en el Inalpi Arena. Porque era el primero en superar a la bestia germana en todo el torneo y porque cerró el set con un contundente 6-3.
Si Sinner llegaba a la final, Fritz se antojó mejor opción que Zverev para el público italiano, que celebró la sorpresa, convertida al final en realidad.
‘Sascha’, desde luego, no lo puso fácil. En el segundo envite emergió de nuevo la versión más potente del número 2 del mundo para igualarse ante Fritz. Recuperó la confianza con un ‘break’ que encarriló la manga. Necesitó dos bolas para hacerlo. La primera la salvó Fritz con un ‘ace’ y la segunda no pudo ganarla. El 6-3 igualó al máximo el duelo, que se decidió en un tercer envite de altísimo nivel.
Fue un todo o nada. El campeón de 2018 y 2021 contra el aspirante que ya jugó las semifinales hace dos años. Ambos con experiencia. Ambos en un gran estado de forma físico.
Mantuvo cada uno su servicio en los primeros juegos. Saques potentísimos. De más 220 Km/h. Con un porcentaje de acierto en el primero de ellos muy alto, casi imposibles de restar, motivo por el que fueron juegos muy veloces. Un espejismo con lo que estaba por llegar.
Porque superados los tres juegos iniciales, llegaron los intercambios largos, las bolas ajustadas a la línea, las constantes respuestas y celebraciones punto a punto por el trabajo tras cada bola. Zverev cosechó tres opciones de ‘break’. Era su momento, con 0-40 a su favor, pero Fritz supo mantener la calma, gestionar su ansiedad para salvarlas todas, poner el 40 iguales y terminar salvando los muebles.
Cambiaron las tornas y se ganó el derecho Fritz de pelear por una rotura de servicio cuando mandaba 4-3, pero, como en la anterior ocasión, aunque con protagonista invertido, Zverev sobrevivió. Salvó el alemán tres bolas de ‘break’ y puso el empate a 4.
La igualdad se mantuvo casi por norma. Con empate a 5 otra vez tuvo Zverev oportunidad de ponerse por delante, pero Fritz no bajó los brazos y salvó dos bolas de ‘break’ para, al final, asegurarse el ‘tie-break’, en el que acabó con el gigante Zverev. Le rompió y puso el 4-1 para encarrilar la victoria, certificada en su primera bola de partido, rompiendo otra vez el servicio de ‘Sascha’.
Fritz es el primer finalista estadounidense desde 2006. En aquella edición, James Blake perdió ante el suizo Roger Federer. Ahora, además, intentará ser el primer ganador no europeo desde 2005, cuando lo consiguió el argentino David Nalbandián. Espera en la lucha por el título a Sinner o Ruud.