Nueva York – La gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, dio a conocer este miércoles su propuesta de nuevo presupuesto para el estado de 227 mil millones de dólares, que incluye mil millones para ayudar a la ciudad con los gastos en que ha incurrido para brindar servicios a los miles de inmigrantes que han llegado desde mayo de 2022.

El dinero es parte de los 21 mil millones de dólares del presupuesto de 2024 que asignó a la ciudad, que atraviesa una crisis humanitaria y económica con la llegada de más de 43,000 inmigrantes, en su mayoría enviados en autobuses por el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, que trata así de trasladar a Nueva York y otros estados demócratas la crisis migratoria de la frontera de México con EEUU

El flujo de inmigrantes llevó al alcalde Eric Adams a decretar un estado de emergencia y reclamar ayuda urgente al estado y sobre todo, al gobierno federal asegurando que la migración es al fin y al cabo un problema nacional.

Los mil millones de dólares son el reembolso de parte de los gastos por dar alojamiento a 28,200 inmigrantes, en su mayoría venezolanos, que están en los refugios de la ciudad o en 81 albergues de emergencia, incluyendo los hoteles que la Alcaldía ha tenido que contratar para lidiar con la crisis.

También cubre parte del dinero que la ciudad ha invertido en establecer los cinco Centros de Ayuda y Respuesta de Emergencia -donde se ofrecen diversos servicios a los inmigrantes- así como continuar con la asistencia de la Guardia Nacional y financiar las necesidades de atención de la salud.

Los reclamos de Adams, -que advirtió que el costo de la ayuda a los inmigrantes podría alcanzar los dos mil millones de dólares- habían caído hasta ahora en oídos sordos, también en la Casa Blanca, adonde llevó su pedido de ayuda en persona.

«Estoy comprometida con hacer todo lo que esté a mi alcance para hacer del estado un lugar más asequible, más habitable y más seguro para todos los neoyorquinos», señaló la demócrata durante la presentación del presupuesto, que tiene que ser aprobado por la legislatura, de mayoría demócrata, un proceso en el que es objeto de cambios y genera intensos debates.

Su propuesta incluye además la construcción de 800,000 viviendas para la próxima década «para abordar una escasez histórica» con varias iniciativas para apoyar esfuerzos en este rubro; 24,000 millones para educación y 337 millones para programas de prevención y reducción de la violencia por armas de fuego.

También se mencionan mil millones para la atención de salud mental; fondos para mejorar la eficiencia de la Autoridad Metropolitana de Transporte; para abordar la crisis climática o el cuidado infantil, entre otros compromisos.

Sin embargo, la propuesta de Hochul fue criticada de inmediato por varias organizaciones como la Coalición del Inmigrante, que considera que los fondos para ayuda a inmigrantes son «insuficientes», o Housing Justice for All que asegura que el plan de Hochul para este renglón «prioriza la desregulación y la producción de viviendas de lujo».