Los Ángeles – La gobernadora de Iowa y el gobernador de Tennessee, Kim Reynolds y Bill Lee, demandaron el jueves una audiencia del Comité Judicial del Senado para abordar “la crisis en la frontera sur de Estados Unidos”, luego de que niños migrantes no acompañados fueran transportados a esos estados “sin aviso previo o comunicación con las fuerzas policiales estatales y locales”.
Ambos gobernadores republicanos escribieron una carta al senador federal Chuck Grassley “para apoyar sus continuos llamados para que el Comité Judicial realice una audiencia de supervisión sobre la actual crisis fronteriza”, indicó un comunicado de la oficina de Reynolds.
Añadieron que tal audiencia debería abordar “la omisión de la Administración (del presidente Joe) Biden en cuanto a proporcionar avisos y transparencia en sus movimientos de niños migrantes no acompañados hacia los estados”.
El comunicado afirma que el pasado 2 de mayo el Gobierno de Iowa se enteró de un vuelo con menores no acompañados a bordo que aterrizó la noche del 22 de abril en el aeropuerto de Des Moines, y que no fue hasta el 21 de mayo que el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) confirmó al senador Grassley (republicano) que se trató de un vuelo de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR).
“De acuerdo con el HHS, 19 niños fueron transportados en avión de Long Beach, California, a Des Moines, Iowa, para su reunificación con patrocinadores”, añadió el comunicado.
Los gobernadores aseguraron que “estas experiencias siembran semillas de desconfianza en nuestras comunidades, y procuran intencionalmente subvertir la voluntad del pueblo de tener una frontera segura y un proceso de inmigración claro y legal”.
“Adicionalmente, la omisión del Gobierno federal a la hora de dar aviso previo a los estados coloca una carga injusta sobre nuestros cuerpos policiales para determinar si estos vuelos constituyen un acto criminal de tráfico humano o el transporte patrocinado por el Gobierno federal de niños vulnerables”, concluyeron.
Reynolds fue la primera de varios gobernadores republicanos en negarse a proporcionar albergue a niños migrantes al declarar a principios de abril que «el problema es del presidente (Biden), no nuestro».
Otros mandatarios estatales han seguido los pasos de Reynolds, como los de Nebraska, Pete Ricketts, y Carolina del Sur, Henry McMaster.