Tegucigalpa – El Gobierno de Honduras  a través de la Dirección de Niñez Adolescencia y Familia (Dinaf), brinda protección a 63 menores de edad que viajaban no acompañados por sus padres u otro familiar en la caravana migrante que partió el 15 de enero desde la ciudad de San Pedro Sula.

Así lo indicó este día la titular de Dinaf, Lolis Salas, quien destacó que a los infantes se les brindan medidas de protección para garantizarles sus derechos. 

La funcionaria explicó que el informe de la Dinaf Regional Occidente, detalla que 56 menores de edad que oscilan entre los 12 y 17 años de edad fueron abordados en la frontera de Agua Caliente en Ocotepeque, mientras que en El Florido Copan 7, quienes han sido trasladados al Centro de Atención de Niñez y Familia Migrante Belén, ubicado en San Pedro Sula, donde se les brinda las atenciones psicológicas, sociales y jurídicas según lo contempla el Protocolo de Niñez Migrante Retornada. 

Asimismo, detalló que los equipos especializados en protección a la niñez, realizan las investigaciones de cada caso, a fin de determinar si es factible el reintegro de los menores de edad a sus núcleos familiares, considerando que los adultos responsables de su protección son los que vulneran sus derechos.

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Personal del Dinaf en El Florido.

Amplió, que de acuerdo a la procedencia territorial de cada uno de los niños y niñas se establecen las coordinaciones necesarias con las 6 oficinas regionales ubicadas en Tegucigalpa, Choluteca, Santa Rosa de Copán, Comayagua, San Pedro Sula y La Ceiba, quienes se mantienen en alerta permanente.  

En dichos territorios, las autoridades de la Dinaf, mantienen equipos especializados a fin de brindar las medidas inmediatas de atención que garanticen los derechos de la niñez que transita por esta zona tanto con sus núcleos familiares o de manera no acompañada.

En dichas fronteras también se brinda asistencia médica a las niñas y niños que así lo requieren, así como un abordaje integral que permite a las autoridades de niñez identificar a personas inescrupulosas interesados en captar y utilizar a los menores de edad para actividades del crimen organizado. 

Las autoridades de la Dinaf, reconocen que si bien es cierto la migración es un derecho humano, debe hacerse de forma responsable, donde se respete la opinión y participación de los menores de edad, así como su integridad física y psicológica de forma que se prevenga su exposición a abusos sexuales, tráfico de órganos, trata de personas y hasta la perdida de la vida.