México.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo este martes que se ha contactado a Gobiernos de Centroamérica y al de Estados Unidos para investigar el caso de los 22 migrantes presuntamente secuestrados cuando viajaban en autobús por el norteño estado de Tamaulipas.
«Estamos pidiendo información a gobiernos centroamericanos y al Gobierno estadounidense, estamos haciendo la investigación», dijo el mandatario mexicano en su rueda de prensa matutina.
Desde Palacio Nacional, indicó que «no hay indicios» de que el autobús estuviera custodiado por la Policía Federal, tal y como habían apuntado algunas informaciones.
«Lo que queremos es seguir investigando porque no queremos que se repitan casos lamentables u horrendos como los de San Fernando. Tenemos que cuidar a los migrantes y no dejarlos sin protección», agregó.
En esta zona del país tuvo lugar la muerte de 72 migrantes centroamericanos en el municipio de San Fernando, una matanza atribuida el cártel de los Zetas, en 2010.
A pregunta expresa, confirmó este martes que los desaparecidos eran migrantes, y por ello no ha habido denuncias por desaparición por parte de familiares.
Sin descartar que se tratara de un secuestro, apuntó que también podría ser una manera de entrar en territorio estadounidense.
Y afirmó que, durante su mandato que arrancó el 1 de diciembre, se han dado otros dos casos parecidos.
«Estamos revisando (el caso), pero no tenemos indicios de que haya desaparecidos», puntualizó.
Los hechos ocurrieron el jueves 7 de marzo cuando el autobús de la compañía Transpaís circulaba de sur a norte sobre la carretera 53 (Tampico-Reynosa), a la altura del municipio de San Fernando, donde en los últimos años se registraron muertes y desapariciones de migrantes.
El domingo, el Gobierno estatal informó que al menos 19 pasajeros habían sido presuntamente secuestrados tres días antes de un autobús que cubría la ruta de Tampico a Reynosa.
El autobús salió de Tampico con 42 pasajeros y mientras se encontraba en su recorrido fue detenido por hombres armados que circulaban en al menos cuatro vehículos.
Tras abordar el autobús obligaron a descender a los pasajeros del sexo masculino para subirlos en sus vehículos con los que llegaron al lugar y darse después a la fuga con rumbo desconocido.
El conductor del autobús decidió continuar su recorrido hasta su destino final en Reynosa, ciudad en la frontera de México con Estados Unidos, donde hizo la denuncia ante las autoridades.