El Gobierno separó a 272 familias de inmigrantes indocumentados en los últimos 6 meses en el estado de Texas, a pesar de que el presidente Donald Trump ordenó poner fin a su política de tolerancia cero el 20 de junio del año pasado, denunciaron hoy diversas ONG. EFE/Archivo

Washington – El Gobierno separó a 272 familias de inmigrantes indocumentados en los últimos 6 meses en el estado de Texas, a pesar de que el presidente Donald Trump ordenó poner fin a su política de tolerancia cero el 20 de junio del año pasado, denunciaron hoy diversas ONG.

«Se trata de una violación de las directrices del propio presidente, que exigió además que la reunificación de las familias», denunció en una rueda de prensa telefónica Laura Peña, procuradora de la organización Texas Civil Rights Project.

Peña, no obstante, acusó directamente al Gobierno de ser conocedor de la situación y de haber mantenido «al pueblo estadounidense en la oscuridad», puesto que, afirmó, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) está más «enfocado» en investigar a los inmigrantes que en acabar con la separación de familias.

De acuerdo con un informe elaborado por esta ONG, de estas 272 separaciones, 34 afectaron a padres e hijos, 4 a tutores legales, 107 a hermanos, 28 a primos, 22 a abuelos, 62 a tíos y 15 a personas con una relación legal mixta.

En total, 46 menores de edad que entraron al país por la frontera texana se vieron afectados por esta medida, de los que 25 tenían una edad menor a los 10 años. El más pequeño tenía apenas ocho meses y medio de edad.

La directora de la coalición de organizaciones sociales Families Belong Together, Sandra Cordero, criticó además que «la Administración no tiene ningún plan para reunificar a estos niños con sus familias».

Por su parte, Peña lamentó que este tipo de acciones llevan a muchos padres a acabar «encerrados en agujeros oscuros», preguntándose dónde estarán sus hijos.

«La auténtica emergencia no está en la frontera, sino que la sufren los miles de niños refugiados que han sido separados de sus familias», sostuvo Peña, en clara referencia a la emergencia nacional dictada recientemente por la Casa Blanca con el objetivo de obtener fondos para ampliar el muro fronterizo con México.

«La única manera de acabar con esta situación es que realmente se acabe con la política de tolerancia cero», zanjó Peña.