Atenas – La ONG Human Rights Watch acusa a Grecia de usar a migrantes de Oriente Medio y del sur de Asia para realizar las devoluciones en caliente de los solicitantes de asilo en la frontera con Turquía.

La organización publicó este jueves un estudio de 29 páginas, donde explica cómo las autoridades griegas detienen a los solicitantes de asilo en la frontera del río Evros, a menudo quitándoles la ropa, el dinero, el teléfono y el resto de cosas que llevan. Después, entregan a los detenidos a hombres con pasamontañas, quienes les fuerzan a subir en embarcaciones que les llevan en mitad del río Evros, donde son obligados a saltar a sus aguas para que lleguen a nado hasta el lado turco del río.

Para el estudio, la organización entrevistó a 26 migrantes afganos, 23 hombres, 2 mujeres y un niño, y asegura que a ninguno de ellos se les permitió iniciar un proceso de solicitud de asilo.

Los 23 hombres fueron devueltos a Turquía a través del Evros entre septiembre de 2021 y febrero de 2022, tras haber sido detenidos por presuntas autoridades griegas, que más tarde vieron como les agredían y abusaban de ellos.

Varios entrevistados aseguraron que las embarcaciones iban pilotadas por hombres que hablaban árabe o idiomas de Asia, algunos incluso llegaron a hablar con ellos.

Los pilotos confirmaron a los entrevistados que también eran migrantes y que habían sido empleados por las autoridades griegas con promesas de darles la documentación necesaria para permitirles seguir su viaje.

Uno de los detenidos afganos mantuvo una conversación en pastún con un piloto de Paquistán que le dijo: «Estamos aquí haciendo este trabajo durante tres meses y luego nos dan un documento. Con él, podemos movernos libremente dentro de Grecia y obtener un billete a otro país».

Las devoluciones en caliente son una práctica ilegal que viola múltiples derechos de la Convención Europea de Derechos Humanos, como la prohibición de expulsiones colectivas y el derecho a solicitar asilo.

El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, ha negado numerosas veces que Grecia realice devoluciones sumarias a pesar de las pruebas que varias ONG han aportado de estas prácticas, solicitando su investigación.