La Guardia Costera interceptó a 96 balseros cubanos desde el 1 de octubre hasta este jueves, una disminución considerable respecto al año pasado, según una información de Radio Televisión Martí. EFE/Peter Foley/Archivo

Miami – La Guardia Costera interceptó a 96 balseros cubanos desde el 1 de octubre hasta este jueves, una disminución considerable respecto al año pasado, según una información de Radio Televisión Martí.

La voz del Gobierno de EE.UU. para Cuba señala que en el anterior año fiscal (van del 1 de octubre al 30 de septiembre) fueron interceptados 481 cubanos que trataban de llegar a Estados Unidos por mar.

La información oficial no menciona la cifra de cubanos que la Guardia Costera repatrió al puerto de Cabañas desde octubre.

El periodo analizado incluye la llegada del COVID-19 tanto a Estados Unidos como a Cuba y la cuarentena en ambos países.

«Continuamos las operaciones en medio de la pandemia y nos mantenemos vigilantes a los intentos de migrantes que tratan de ingresar ilegalmente al territorio de EE.UU. en frágiles embarcaciones, sin el equipo adecuado, poniendo sus vidas en riesgo», dijo Luis Rodríguez, comandante del Séptimo Distrito de la Guardia Costera.

Rodríguez señaló que «el Estrecho de la Florida es sumamente inclemente, es muy peligroso, y las condiciones en esa zona cambian dramáticamente y de súbito».

«Simplemente, no vale la pena», advirtió el oficial de la Guardia Costera en sus declaraciones a Radio Televisión Martí.

Desde el triunfo de la revolución en Cuba en 1959, las costas de Florida han sido el destino final de muchos cubanos que huían de su país.

Sin embargo, desde que en 2017 el entonces presidente Barack Obama, que acordó la normalización con Raúl Castro de las relaciones con Cuba, acabó con la política de «pies secos/pies mojados» son mas los cubanos que intentan llegar por tierra, algunos cruzando países de Sudamérica, Centroamérica y finalmente México.

La política de «pies secos/pies mojados» comenzó a aplicarse en 1995 y permitía quedarse e incluso obtener la residencia permanente a los balseros que lograban pisar tierra de EE.UU.