Un hombre transporta frutas y verduras hoy, lunes luego de que se levantara la restricción de movilidad vehicular, en Ciudad de Guatemala. EFE/ Esteban Biba

Guatemala – Guatemala reabrió este lunes sus restaurantes, iglesias, centros comerciales y transporte público tras poner en marcha un nuevo sistema de alertas de la COVID-19 que regula las actividades económicas y de convivencia en el país según el número de contagios por municipio.

El cese del confinamiento fue ordenado el domingo por el presidente local, Alejandro Giammattei, como parte de la «reapertura» económica del país, pese a que Guatemala se mantiene como el país con más fallecidos por el coronavirus en Centroamérica.

La disposición de Giammattei, avalada por los ministerios de Salud y Economía, pone fin a los 133 días del confinamiento ordenado por el Gobierno el 15 de marzo, dos días después de que se detectara el primer caso positivo de la COVID-19 en Guatemala.

Las calles y mercados mostraron este mismo lunes un flujo similar o más alto de personas que en las últimas semanas, aunque el 70 % de los 16 millones de guatemaltecos vive en la informalidad y en realidad nunca dejó de salir en busca de ingresos diarios, de acuerdo con la visión de expertos.

Giammattei aseguró el domingo por la noche que estaba al tanto de las implicaciones de la apertura del país y este lunes por la mañana en declaraciones a una emisora local manifestó su «preocupación» por el amplio desplazamiento de personas a los mercados.

El gobernante guatemalteco también dijo que en la Ciudad de Guatemala, donde se aglutina casi el 70 % de los casos en todo el territorio, se han reducido los contagios en las últimas dos semanas.

La nación centroamericana ha contabilizado hasta la última actualización de este domingo un total de 45.053 casos de coronavirus y 1.734 muertes por la enfermedad.

El jueves pasado las autoridades informaron sobre 59 muertes por el virus, la cifra diaria más alta desde que fuera detectado el primer caso el 13 de marzo.

El Ministerio de Salud registró el sábado 1.209 nuevos contagios, la tercera cantidad más alta de casos detectados en un solo día para Guatemala, que batió su propia marca el 9 de julio con 1.247 positivos en 24 horas.

EL NUEVO SISTEMA

El fin del confinamiento ordenado por Giammattei se regirá por un nuevo tablero de alertas, divulgado hace 15 días, que regulará las actividades económicas y de convivencia en el país, dependiendo de la cantidad de contagios de la COVID-19 en cada uno de los 340 municipios del país.

«Que Guatemala no se detenga», dijo el presidente el domingo en cadena nacional, acompañado por los ministros de Salud y Economía, Amelia Flores y Antonio Malouf, respectivamente, además del director de la Comisión Presidencial Contra la COVID-19, Edwin Asturias.

Giammattei, médico y cirujano retirado de 64 años, explicó que el semáforo epidemiológico, es decir el nuevo tablero de alertas, permitirá el funcionamiento de la economía en municipios donde hay pocos contagios, sin verse afectados por lo que suceda en otras regiones.

Los restaurantes, el transporte público, los centros comerciales y las iglesias pueden abrir nuevamente desde este lunes con un aforo restringido dependiendo del color de la alerta que afecte su municipio.

De los 340 municipios, 158 se encuentran en color rojo (alerta máxima), 109 en naranja (alerta alta), 73 en amarilla (alerta moderada) y ninguno en verde.

En los planes expuestos por el gobernante no se señala la reapertura del ciclo educativo o de las fronteras y el gobernante confirmó este lunes que lo ve imposible a corto plazo.

La propuesta del Gobierno de Giammattei es similar a la instalada en México desde el pasado 1 de junio, regida también con un semáforo epidemiológico de cuatro colores.

Tanto Giammattei como Asturias afirmaron que estaban al tanto de los riesgos que implica la reapertura de las actividades en la salud de los guatemaltecos, al igual que el ministro de Economía.

El toque de queda implantado desde el 22 de marzo también sufrió modificaciones, pues anteriormente iba de 6 de la tarde a cinco de la mañana y a partir de este lunes se redujo de nueve de la noche a cuatro de la mañana.

Algunas iglesias y centros comerciales, además de diversos restaurantes, han anunciado por varios medios que no abrirán debido a los riesgos de la expansión de la COVID-19 en las últimas semanas.