Barcelona (España).- Un niño de 10 años encontró el pasado 31 de julio una botella en Cocoa Beach, una playa de Florida (EEUU), y al abrirla halló una carta manuscrita de varios científicos españoles del CSIC, que la arrojaron en medio del Atlántico un año y medio antes, el 29 de diciembre de 2020, cuando iban embarcados en el buque oceanográfico Sarmiento de Gamboa.

Esta nueva historia de «mensaje en una botella» la reveló hoy Núria Trilla, una de las investigadoras que formaba parte de la expedición, a la Cadena SER.

Todo comenzó, según explicó Trilla a la SER, con una expedición del Instituto de Diagnóstico Ambiental de Barcelona (noreste de España) del CSIC, ​​que investiga la contaminación en mares y océanos de todo el mundo.

Un grupo de científicos de toda España, muchos de ellos catalanes, realizaba una ruta hasta Punta Arenas (Chile), analizando muestras ambientales de agua, aire y plancton.

Cuando estaban a medio camino, y justo sobre la línea de Ecuador, se les ocurrió la idea de imitar el argumento de la película «Message in a Bottle», dirigida en 1999 por Luis Mandoki, basada en la novela homónima de Nicholas Sparks, y protagonizada por Kevin Costner y Paul Newman, entre otros artistas.

«Pusimos fotos nuestras y un mensaje manuscrito con nuestros correos de contacto, la fecha -22 de diciembre de 2020- y una explicación de lo que hacíamos. Todo ello para ver quién lo encontraría», detalló.

Arrojaron la botella en medio del Atlántico al atardecer, «en un momento de comunión» entre los 17 científicos y los 25 tripulantes de la expedición, que continuó su viaje hasta Punta Arenas haciendo su trabajo, recogiendo muestras y haciendo trabajo científico. Y esperaron.

Tras más de un año y medio, el pasado 31 de julio en Cocoa Beach, una playa de Florida, en Estados Unidos, a una hora en coche de Orlando, Alek Bagdasaryan estaba de vacaciones con su familia: su madre Yulia y su padre Grigori.

Encontraron la botella, la abrieron, y descubrieron que había un mensaje dentro de un equipo de científicos.

Cuando vieron que había varias direcciones de correo electrónico, no dudaron en ponerse en contacto con ellos y les escribieron en español.

«¡Hola Amigos marineros del Sarmiento de Gamboa! Gracias por la sorpresa. Hemos encontrado la botella en Cocoa Beach, Florida. Mi nombre es Aleksander Bagsagaryan. Tengo 10 años y vivo en Lexington, Kentucky. Gracias amigos, he utilizado el traductor para escribir esta carta. Fue muy emocionante abrir la botella, no teníamos ni idea de lo que había dentro. Muchas gracias. Atentamente, su amigo, Alek». Este era el mensaje que recibieron en su correo electrónico los científicos españoles.