Washington – Los herederos de Prince se quejaron por el uso de la canción «Purple Rain» del difunto músico en un acto de campaña electoral del presidente Donald Trump en Minneapolis.
«El presidente Trump usó ‘Purple Rain’ en la noche del jueves en un acto de campaña a pesar de la confirmación, hace un año, de que la campaña no usaría la música de Prince», indicaron los herederos en un mensaje de Twitter.
«El legado de Prince jamás dará permiso al presidente Trump para el uso de las canciones de Prince», añadió el mensaje.
En octubre de 2018, en respuesta a un pedido de los herederos de Prince, la campaña de Trump respondió que «sin admitir responsabilidad legal y para evitar cualquier disputa futura, confirmamos que la Campaña no usará la música de Prince».
Otros artistas muy populares, incluidos Neil Young, Pharrell Williams, Rihanna y los Rolling Stones, ya han pedido a Trump que cese de usar sus temas musicales en los mitines y propaganda política.
Prince, quien murió en 2916 a los 57 años, estuvo muy allegado al ex presidente Barack Obama y había declarado sus simpatías con las protestas contra la violencia policial que afecta a los afroamericanos.
Las leyes no dan a los músicos muchas opciones para impedir el uso de sus creaciones por parte de los políticos en sus campañas, y el legendario cantante de rock Bruce Springsteen se quejó por la difusión de su tema «Born in the USA» en las campañas de Ronald Reagan (1984), Bob Dole (1996) y Pat Buchanan (2000).
En 1988 el entonces vicepresidente George W. H. Bush hizo caso omiso de las quejas de Bobby McFerry y usó su canción «Don’t Worry, Be Happy»; y en 2000 Sting protestó por el uso de su «Brand New Day» en las movilizaciones de Bush.
Aunque esta propensión a emplear la música joven aparece con más frecuencia en las campañas del Partido Republicano, más conservador, también el demócrata Obama fue blanco de quejas por el uso de «Hold On, I’m Coming del duo de rythm and blues Sam and Dave.
En 2008 Gretchen Peters se quejó por la disfusión de su tema «Independence Day» en los actos políticos de la entonces candidata vicepresidencial republicana Sarah Palin, y ese mismo año Jackson Brown, muy conocido por sus canciones de crítica social, protestó contra el candidato presidencial republicano John McCain por el uso de su canción «Running on Empty».
También en 2008, Abba presentó una queja después que la campaña de McCain eligió la canción «Take a Chance on Me» como tema principal.