Tegucigalpa – Hoy algunos quieren comprometer a la Iglesia con dudas rebuscadas, parciales y maliciosas, reflexionó hoy el diácono Hugo Mejía en la homilía dominical.

El diácono leyó la homilía para este día por parte de monseñor José Vicente Nácher, arzobispo de Tegucigalpa.

¿Por qué somos tan rápidos a creer las críticas y murmuraciones? Además, en este caso, contra nosotros mismos y nuestra amada Iglesia, cuestionó.

Nos conformamos con mensajes cortos pero incisivos, con apariencia de razón, pero dirigidos a las emociones primarias de subsistencia, reprochó.

A lo largo de la historia de la Iglesia no han faltado ataques, pero las herejías y desafíos lo que hacen es profundizar la reflexión abierta y fortalecer la fe recibida, recordó.

“Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”, no significa repartirnos de forma más o menos equitativa, reflexionó.

En ese orden, apuntó que la imagen del César alcanza hasta los lugares en los que esa moneda pudo llegar, lo que es de Dios alcanza a todo tiempo y lugar donde viva un ser humano, al cual definimos como imagen del Padre, templo del Espíritu, seguidor del Hijo.

Finalmente, enfatizó que “buscad primero el Reino de Dios y su justicia”.

 A continuación Departamento 19 reproduce la lectura del día tomada del santo evangelio según san Mateo (22,15-21):

En aquel tiempo, se retiraron los fariseos y llegaron a un acuerdo para comprometer a Jesús con una pregunta.
Le enviaron unos discípulos, con unos partidarios de Herodes, y le dijeron: «Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad; sin que te importe nadie, porque no miras lo que la gente sea. Dinos, pues, qué opinas: ¿es lícito pagar impuesto al César o no?»
Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús: «Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Enseñadme la moneda del impuesto.»
Le presentaron un denario. Él les preguntó: «¿De quién son esta cara y esta inscripción?»
Le respondieron: «Del César.»
Entonces les replicó: «Pues pagadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.»