Tegucigalpa (Por Ronald Ordóñez) – Lo que alguna vez fue un torrente estruendoso lleno de vida, hoy no es más que un foco de contaminación y una vía directa para que Honduras se encuentre a las puertas de una nueva catástrofe medioambiental, esta vez ocasionada por toneladas de basura provenientes de Guatemala a través del agonizante Río Motagua, desechos que podrían llegar en los próximos días a la playa de Omoa en el departamento de Cortés.

– “A Guatemala no le interesa el tema, ellos no son los que están sufriendo. Hemos visto el desinterés total”, citó el alcalde de Omoa, el municipio más afectado por la llegada de basura a las costas del país.

– Botellas de plástico, animales muertos, mascarillas, guantes y jeringas son parte de la basura que está llegando a Honduras proveniente de su vecino Guatemala.

Así lo manifestó a Proceso Digital el alcalde de ese municipio del norte de Honduras, Ricardo Alvarado, quien a través de este medio de comunicación lanzó un grito de auxilio para buscar solución a lo que él denominó la nueva gran catástrofe ambiental que debe enfrentar el país.

Recordó que las bardas de contención recientemente instaladas en el río Las Vacas en Guatemala cedieron ante la cantidad de desechos, esa basura viaja ya en dirección a las playas de Honduras.

Señaló que la llegada a Honduras de cientos de toneladas de basura es inminente ya que las bardas nuevas cedieron y aunque existe otra barrera colocada en el Río Motagua, es lógico pensar que también cederán porque se trata de muchas toneladas de desechos.

La basura que viene desde Guatemala no para de llegar a las playas de Omoa.

Catástrofe medioambiental

“Estamos previendo que esos desechos no lleguen a nuestro mar, pero va a ser imposible por la cantidad de toneladas de basura”, alertó el alcalde de Omoa.

Explicó que se trata de una bomba de tiempo y que en unos 15 días ya estarán llegando las primeras toneladas de basura adicional a las que ya recibe Honduras de parte de su vecino Guatemala.

“Estamos previendo una catástrofe ambiental, son toneladas de basura y esto nos perjudica en la salud, la economía y el turismo”, lamentó el Edil.

Pese a tratarse de un problema binacional, el país vecino le ha restado importancia a la problemática, reprochó el alcalde hondureño.

“Estamos cansados de este tema, no soportamos más, la población está indignada porque estos desechos provenientes de Guatemala nos vienen a quitar el pan de cada día”, zanjó.

En esta ocasión esta cantidad de basura amenaza con desaparecer el municipio de Omoa ya que es un sector altamente afectado por las recientes tormentas tropicales Eta y Iota, arguyó.

Pido que le tomen importancia a este tema, solo el que tiene la piedra en el zapato siente el dolor, parafraseó.

La nueva catástrofe medioambiental solo se traduce en más desempleo, en un lastre para la economía y en más migración, resumió.

¿Qué pasó?

El problema se origina en un afluente conocido como río Las Vacas, que está atravesado por un vertedero urbano al norte de Ciudad de Guatemala y también sufre de volcado de desechos sin licencia.

The Ocean Cleanup instaló recientemente unas barras de contención y las mismas cedieron, aunque los líderes del proyecto se han limitado a decir que aún el proyecto se encuentra en etapa experimental.

El desborde de la barras de contención o la falta de conclusión del proyecto permiten que unas 20 mil toneladas de basura corran por el Río Motagua el cual desemboca en las playas turísticas de Omoa en el departamento norteño de Cortés.

El problema no es nuevo, pero en esta ocasión se prevé la llegada de más basura de lo habitual, según el alcalde del municipio turístico.

Las toneladas de basura que ya se encuentran en dirección a Honduras llegarán a estas playas en unos 15 días, prevén las autoridades.

Contaminación, golpe a la salud pública

En conversación con Proceso Digital, el coordinador de la Unidad de Meteorología del Instituto de Ciencias de la Tierra de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Edgard Josué Mejía, concluyó que el primer impacto de la basura de Guatemala, aún sin llegar a las costas del país, es la contaminación, lo que se traduce en un golpe directo a la salud pública de país.

Así lucen las playas de Omoa.

El experto razonó que producto de la pandemia a causa de la COVID-19 mucha de la basura son desechos de bioseguridad como mascarillas, guantes y jeringas. Esto contamina el agua aun sin llegar a las playas hondureñas, dijo.

“Los contaminantes químicos terminan afectando la calidad del agua de la zona, amenaza la vida acuática y toda la vida marítima y eso termina afectando los ambientes fluviales, en resumen el impacto es grande”, externó el coordinador de la Unidad de Meteorología del Instituto de Ciencias de la Tierra.

Esta vez no solo es basura de plástico, se trata de material de bioseguridad desechado por Guatemala, su vertedero en el río Las Vacas tiene el tamaño de ocho estadios de fútbol, para hacer una referencia, alertó Mejía.

El punto es que en este vertedero de Guatemala no se clasifica la basura y al final de cuentas toda la basura en gran parte material hospitalario es la que llega a Honduras, caviló.

Lluvias, “yin yang” de contaminación

El coordinador de la Unidad de Meteorología del Instituto de Ciencias de la Tierra, expuso que si bien las lluvias son necesarias para la lucha contra la contaminación también en este momento se convierte en una fuerza a favor de la misma.

En esta ocasión el inicio del invierno que se traduce en lluvias en la región han aumentado las cantidades pluviales de los ríos, lo que ayuda a que esta basura desemboque más rápido, sostuvo.

En este momento Honduras solo cuenta con medidas paliativas y no con un plan que brinde una respuesta definitiva a la problemática de la llegada de basura desde Guatemala, rebatió.

El coordinador de la Unidad de Meteorología del Instituto de Ciencias de la Tierra de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Edgard Josué Mejía.

“Es sencillo si llueve poco no se van a tener grandes cantidades de basura, pero cuando tenemos fenómenos que se dan producto de la variedad climática, entonces se arrastra mayor cantidad de basura”, meditó.

Ejemplificó que el año pasado se registró una menor cantidad de lluvia a la que actualmente se suscita producto del inicio de la temporada de invierno y las bardas de contención no cedieron, hoy la cantidad de lluvia es mayor y las bardas cedieron.

En otras palabras las lluvias pueden jugar a favor o en contra de la contaminación, en este momento juegan en contra, cerró.

Es un problema de país

De su lado, Maribel Umaña representante de la Cámara Nacional de Turismo de Omoa, dijo a Proceso Digital que la llegada de basura desde Guatemala es un problema de país y no solo de ese municipio, aunque sí es uno de los más afectados.

El impacto económico es grande y es una historia que se repite cada año, tanto la empresa privada como la alcaldía invierten recursos en la limpieza de las playas, lo que se ha convertido en una labor permanente.

 Sin precisar en cifras adujo que solo una empresa dedicada al turismo puede destinar más de medio millón de lempiras anuales para labores de limpieza.

Aunque el impacto económico en ese sector del país es grande pidió ver el problema como país y no solo de un municipio.

“Este es un problema de país y pensar que solo somos nosotros los que vamos a recibir el impacto económico es engañarse, el impacto lo va a recibir todo el país”, comentó.

Desempleo y migración

A nivel de pescador afecta mucho, porque simplemente se deben ir a otros lugares para poder pescar, algunos se retiran y al final se traduce en desempleo y migración.

“Desempleo y migración son las consecuencias de todo este problema medioambiental”, complementó sobre el tema la entrevistada.

La falta de empleo es la principal causa por la en la actualidad emigran los hondureños y en el municipio el problema medioambiental solo se traduce en desempleo y este a su vez en más flujo migratorio irregular.

Finalmente, dijo que es lamentable que además de asumir los problemas que país se afrontan también se debe lidiar con la basura de otro país.