Mendoza (Argentina) – La selección de Honduras quiere «sacudirse el polvo» de la derrota ante Gambia y sacarle al menos un punto a Corea del Sur, que viene de dar la sorpresa a expensas de Francia, para seguir con opciones de avanzar a los octavos de final desde el grupo F del Mundial sub-20 de Argentina.
«No hay tiempo para llorar o lamentarse», afirmó el técnico de los Catrachos, Luis Alvarado, tras caer por 2-1 ante los subcampeones de África en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza, donde jugarán de nuevo este jueves frente a los Guerreros de Taeguk.
El equipo centroamericano tendrá un duro examen ante los finalistas del Mundial de Polonia 2019 que puede ser determinante, pues no sumar supondría prácticamente decir adiós a la competición, en la que nunca han superado la fase de grupos.
En el debut pudo el nerviosismo a sus jugadores a tal punto que encajaron un gol antes de completarse los primeros treinta segundos del cronómetro.
Reaccionaron bien con el tanto de Marco Aceituno a los 5 minutos, pero luego se diluyeron y tuvieron serias dificultades para llegar al área rival. Solo hubo reacción al final.
«Hay que sacudirse el polvo y prepararse para el siguiente partido», manifestó Alvarado, de tan solo 35 años y al que desde Honduras le han caído las primeras críticas por el discreto nivel de juego y algunas de sus decisiones con los cambios.
La H está pendiente de la evolución del delantero Exón Arzú, quien durante el estreno mundialista tuvo que recibir atención médica en campo por problemas musculares.
Corea del Sur también vigila el estado de salud de su ‘9’, Lee Young-Jun, autor del segundo gol en la victoria por 1-2 sobre Francia y quien tuvo que ser sustituido en el tiempo de descuento debido a una lesión.
En caso de no poder recuperarse, su recambio natural sería Seungho Park.
El espíritu de los asiáticos es más liviano después de la victoria frente al combinado galo, en la que plasmaron a la perfección el libreto de la escuela coreana: transiciones rápidas y efectividad.
Cuando tocó defender, lo hicieron con rigor, lo que unido a su eficacia ofensiva les dio los tres puntos, demostrando que siguen siendo ese equipo correoso que llegó a la final hace cuatro años.Aunque su entrenador, Kim Eun-Jung, no quiere oír hablar de rivales «fáciles».
«No hay equipos fáciles en la escena mundial (…) Honduras y Gambia tampoco son rivales fáciles, así que nos prepararemos a conciencia y haremos un buen partido. Estaremos listos para dar más del 100 % contra Honduras», advirtió en rueda de prensa.