Tegucigalpa – Honduras afronta «una crisis» de violencia machista con 97 muertes en 2022 ante la «normalización» de este tipo de comportamiento, una práctica «criminal» que debe erradicarse, afirmó este jueves la coordinadora residente del Sistema de Naciones Unidas en Tegucigalpa, Alice Shackelford.
«Estamos verdaderamente en un momento donde necesitamos tomar un reconocimiento serio que ésta es una crisis alrededor de las mujeres, la manera que el cuerpo de la mujer es mirado y el patriarcado también se expresa a través de estas formas criminales», subrayó Shackelford, en una entrevista con Efe en Tegucigalpa.
De acuerdo a datos citados por la coordinadora residente de la ONU, el país centroamericano, donde proliferan las actitudes machistas, registra este año al menos 97 feminicidios.
De nacionalidad italiana, Shackelford dijo que la ONU está «preocupada» por la violencia física y emocional, así como violaciones, que afecta a las mujeres y las niñas en Honduras.
La violencia contra las mujeres es una práctica «criminal», pues asesinar a una persona «es un crimen», por lo que es necesario hacer «un fuerte trabajo para erradicar esos crímenes», señaló.
Honduras, un país de 9,5 millones de habitantes, debe trabajar en «las normas culturales» y las prácticas que están «legitimando» y «normalizando» la violencia, añadió.
NORMALIZACIÓN DE LA VIOLENCIA
La ONU ve «altamente preocupante» la normalización de la violencia contra las mujeres y niñas en Honduras, donde la sociedad debe «gritar cada día y decir: no, ya basta», señaló la diplomática, para quien la situación de la mujer en el país ha empeorado por varias razones.
Entre ellas, está la cultura machista y patriarcal, la crisis económica y social, y la aceptación de la normalización de la violencia de género.
El Gobierno de Honduras se comprometió a finales de marzo a prevenir y poner a la violencia contra las mujeres y las niñas en el país, donde 318 fueron asesinadas en 2021, un fenómeno que, según Shackeford, requiere «mayor atención».
El compromiso quedó plasmado en un documento público firmado en Tegucigalpa por la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, y la coordinadora residente de la ONU.
Naciones Unidas está «altamente comprometida» con seguir apoyando el liderazgo de la mandataria hondureña y reconoce los esfuerzos del país «en términos de posicionar el trabajo alrededor de la eliminación de la violencia contra mujeres y niñas en un lugar central del Gobierno», agregó.
RESPONSABILIDAD DE TODOS
Combatir la violencia de género «es una responsabilidad de todos», pero también es necesario fortalecer el rol de la sociedad civil y las organizaciones feministas, señaló.
Dijo, además, que «es urgente» aprobar en Honduras una ley integral sobre la violencia de mujeres y niñas, pero «al final del día es necesario que cada hondureño se tome esta responsabilidad y compromiso de trabajar» en su comunidad para prevenir la violencia de género.
La representante de la ONU cree que, si Honduras no le da «un giro» a la violencia contra las mujeres y niñas, verá afectada su capacidad de desarrollarse en materia económica, política y social.
La educación de los hombres y de la sociedad en general es importante para eliminar las relaciones de poder basadas en la desigualdad, indicó.
Para Shackeford, la clave está en educar a la sociedad sobre el rol de género, los derechos y la igualdad entre hombre y mujer.
ALTA IMPUNIDAD
La violencia contra la mujer en Honduras ha crecido en otros tipos de delitos.
Por ejemplo, los casos de violencia doméstica también han ido al alza con un número de denuncias por este delito de 46.016 en 2021, según datos del no gubernamental Centro de Derechos de Mujeres (CDM).
La incapacidad de las autoridades se traduce en el elevado nivel de impunidad que hay en Honduras, superior al 94 % para la mayoría de crímenes de mujeres, según organizaciones feministas.
«La impunidad es un problema que está afectando completamente el Estado de derecho en el país y ha hecho que el Estado de derecho sea muy bajo y muy débil en ese sentido», explicó la diplomática.
La impunidad en esos casos contribuye a “normalizar” la violencia de género en Honduras, donde es necesario «alzar la voz» y fortalecer mecanismos en la Secretaría de Seguridad y el poder Judicial para resolver esos crímenes, acotó la representante de la ONU.