Tegucigalpa – Honduras recibió tres mil 11 millones de dólares en concepto de remesas enviadas en los primeros siete mes del año por sus ciudadanos en el extranjero, lo que representó un aumento del 11.2 % respecto al mismo período de 2018, según estadísticas del Banco Central (BCH) del país.

– Las remesas son la principal fuente de divisas del país, por encima de las exportaciones como el café, los productos de la maquila, el camarón y otros.

De acuerdo al Resumen Ejecutivo Semanal del BCH los hondureños asentados en el exterior han enviado al país centroamericano un total de tres mil 11.6 millones de dólares lo que representa un crecimiento interanual del 11.2 %.

La remesa promedio es de 300 dólares al mes y más del 80 % es enviada a través de transferencias electrónicas, según la entidad hondureña.

De acuerdo con datos oficiales, el 80 % de las remesas enviadas a Honduras provienen en su mayoría de inmigrantes que viven en Estados Unidos.

El país centroamericano recibió en 2018 un total de 4 mil 882,9 millones de dólares de sus residentes en el extranjero, y en 2017 las remesas sumaron 4 mil 438,3 millones de dólares.

Para este año los economistas prevén que cierre con un incremento superior al 10 % y que supere los 5 mil millones de dólares.

De acuerdo a un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Centro Latinoamericano para la Competitividad y Desarrollo Sostenible (CLACDS), del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (Incae), las remesas enviadas a Honduras ya representan el 20 % del Producto Interno Bruto (PIB).

Al respecto, el informe titulado “El futuro de Centroamérica: retos para un desarrollo sostenible”, vaticina una reducción en el envío de remesas a Honduras a causa del endurecimiento de la política migratoria en Estados Unidos.

Los cálculos establecidos en el informe señalan que las remesas podrían disminuir un 7.6 por ciento por año debido al endurecimiento de las políticas migratorias de Estados Unidos, y que la eliminación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para los ciudadanos de Honduras y El Salvador implicaría una reducción adicional en las remesas del seis por ciento en el mediano plazo.

Las remesas en 1999, el primer año del que ofrece datos el organismo hondureño, fueron de 320 millones de dólares, lo que significa que ha sostenido un crecimiento al paso de los años.