Tegucigalpa – Honduras conmemora este lunes el Día Mundial de la Tierra afectada por la escasez de agua, los incendios, que este año han dañado 127.956 hectáreas, y con un llamamiento urgente a frenar el cambio climático y adoptar medidas para que las comunidades sean más resilientes.
El director del Instituto de Conservación Forestal (ICF) de Honduras, Luis Soliz, dijo a EFE que cada día son «más evidentes» los impactos de la crisis climática.
«Ahora miramos inundaciones donde nunca llovía, miramos la extrema sequía que conlleva a la falta de producción de alimentos, la desnutrición y la pobreza por no tener terreno productivo», subrayó.
Advirtió de la pérdida de la cobertura forestal, la reducción de las precipitaciones, las altas temperaturas, la pérdida del hábitat y ecosistemas y el deshielo de los glaciares, entre otros efectos.
Deuda climática por emisión de carbono
Soliz destacó que es «injusto» que naciones pobres como Honduras tengan que pagar «una factura climática», pese a que son las que menos contaminan.
«Honduras es un país totalmente vulnerable al cambio climático y este año tenemos el fenómeno El Niño y vamos a tener también el fenómeno de La Niña, vamos a sufrir de sequía, falta de lluvia y después vamos a sufrir de inundaciones, grandes huracanes», enfatizó.
Según el director del ICF, Honduras debe «cobrar esa deuda climática» a los países desarrollados para invertir esos recursos en ayudar a las comunidades de todo el país para que sean más resilientes a los impactos del cambio climático.
«El Estado no tiene los suficientes recursos para ir adaptándonos, mitigando y creando resiliencia a los efectos del cambio climático, que no los podemos evitar», señaló Soliz, al tiempo que lamentó que el sistema neoliberal sea «agresivo y totalmente destructivo» con el planeta.
Además, pidió mayor compromiso contra la crisis climática y reiteró la necesidad de que los países industrializados paguen indemnizaciones o reparaciones a las naciones más pobres y afectadas por sus emisiones de dióxido de carbono (CO2).
Este dinero, añadió Solíz, se debe distribuir como compensación entre los países con bajas emisiones para que puedan conservar sus bosques, crear comunidades resilientes, combatir plagas, enfermedades y los incendios forestales, que en Honduras han afectado este año cerca de 128.000 hectáreas de bosques.
Medidas urgentes para paliar efectos
«Este año es uno de los más calientes en los últimos 42 años, hemos tenido altas temperaturas, poca precipitación, altas variables de riesgo para incidencias de incendios forestales», dijo el funcionario, quien indicó que es imperativo tomar medidas urgentes para paliar los efectos de la crisis climática.
La prevención, el monitoreo y la respuesta inmediata son «clave» para mantener los bosques saludables, apuntó Soliz, quien precisó que el 56 % del territorio hondureño está conformado por estos ecosistemas.
Agregó que la «inconsciencia, la falta de educación y cultura» de la población es una amenaza para los bosques en Honduras, país que cada año pierde entre 50.000 y 60.000 hectáreas a causa de la tala ilegal y las llamas, en su mayoría provocadas por el hombre.
La contaminación ambiental que dejan las quemas ha aumentado las enfermedades respiratorias entre la población y ha venido reduciendo el caudal de muchas fuentes de agua como ríos y quebradas en Honduras, país que figura en el mundo como uno de los más vulnerables ante los desastres naturales.
Ante la escasez de agua, miles de personas dependen del suministro mediante camiones cisterna o recurren a pozos sin tratar, cuyo líquido no es seguro o está contaminado, según defensores del ambiente.