Tegucigalpa – Honduras debe reasignar su gasto público, mejorar el clima para los negocios y adoptar medidas destinadas a aumentar el poder adquisitivo de su población más desfavorecida ante la amenaza de una recesión económica, según economistas locales consultados por Efe.

El exministro de Finanzas Hugo Noé Pino destacó la necesidad de «redireccionar recursos del presupuesto público para tratar de que los efectos de la recesión golpeen lo menos posible a la pequeña y mediana empresa».

Además, se debe facilitar a los pequeños y medianos empresarios la concesión de créditos a bajo coste y apoyar las actividades productivas.

Pino señaló que la reasignación de recursos debe permitir que las pequeñas y medianas empresas y el productor independiente tengan «mejores condiciones».

«La recesión económica trae una reducción de impuestos», lo que «agravaría el problema» porque representaría «un aumento» del déficit fiscal del país centroamericano, subrayó Pino, que fue presidente del Banco Central de Honduras de 1994 a 1997.

Economista de profesión, Pino cree que Honduras también debe mejorar el clima y las oportunidades de negocios para las empresas, cuyo objetivo, dijo, no se logrará en el actual Gobierno, que preside Juan Orlando Hernández, por «la desconfianza y las vinculaciones con la corrupción y narcotráfico».

La presente Administración «no es un socio confiable para la inversión nacional, ni extranjera», por lo que se requiere de «un Gobierno de transición que le dé la oportunidad a la población de redefinir muchos objetivos», explicó.

El Gobierno de Honduras anunció el miércoles que prepara un paquete de medidas para frenar la recesión y reactivar la economía del país, que incluye reducir su gasto corriente y reorientar la inversión pública.

La inversión pública para 2020, según el ministro de la Presidencia, Ebal Díaz, se calcula en más de 25.000 millones de lempiras (unos 1.000 millones de dólares), mientras que la economía se prevé que tenga un crecimiento del 3 %.

En su opinión, reducir el gasto es una medida que «profundiza la recesión».

Díaz insistió en la importancia de reasignar los recursos a actividades que favorezcan a los hondureños que tienen menos capacidad para afrontar la disminución de las actividades económicas.

El presidente Juan Orlando Hernández anunció el jueves que el grupo de países cooperantes con Honduras, conocido como G-16, trabajará con su país para afrontar la recesión económica.

«Honduras no puede esperar a que lleguen los embates de la crisis mundial», subrayó Hernández tras reunirse con representantes del G-16 en Tegucigalpa.

El optimismo del Gobierno hondureño, con un mensaje positivo sobre la economía del país, contrasta con la posición del economista del Foro Social de la Deuda Externa de Honduras (Fosdeh, privado) Ismael Zepeda, quien no augura un buen panorama.

Según Zepeda, otra medida que contribuiría a mermar el impacto de la recesión sería recortar la masa salarial del Estado para que «existan más recursos y se destinen a la producción».

Otras medidas, añadió, son reducir el Impuesto Sobre Ventas (ISV) y el de los combustibles, y bajar la tasa de política monetaria para mejorar el poder adquisitivo de los hondureños menos favorecidos y reducir las tasas de interés de los créditos.

Dijo además que Honduras debe «repensar» los Tratados de Libre Comercio (TLC) y revisar si el país es «competitivo» y si se ejecutaron políticas para mejorar la producción y productividad.

El país también debe «mejorar su imagen» mediante «el combate a la corrupción, el narcotráfico y la impunidad», subrayó el economista del Fosdeh.

Los economistas expresaron además su preocupación por el encarecimiento de los productos y el estancamiento del poder adquisitivo.

La economía hondureña, una de las que más ha crecido en los últimos años en la región centroamericana, según las autoridades económicas, con tasas en el entorno del 4 %, ha visto mermadas sus perspectivas de desarrollo en los últimos meses.

El Banco Central de Honduras informó a mediados de agosto que revisó a la baja sus previsiones de crecimiento para 2019 y 2020 al rango de entre 3 y 3,4 %.

En una revisión al Programa Monetario 2019-2020, el organismo redujo su previsión para el crecimiento de este año y el siguiente, desde el rango de entre 3,3 y 3,7 %, que mantenía hasta ahora.