Tegucigalpa – Honduras ha rescatado en lo que va de año a 12 víctimas de explotación infantil y mendicidad forzada, un flagelo que se suma al de la violencia que afecta a la niñez y la juventud, cuyo combate requiere más compromiso y fortalecer la denuncia y la prevención, afirmaron este martes fuentes oficiales.
En la inauguración en Tegucigalpa de un taller sobre protección de los derechos de la niñez víctimas de agresión y lucha contra el trabajo forzado infantil, la directora ejecutiva de la Comisión Interinstitucional Contra la Explotación Sexual, Comercial y Trata de Personas de Honduras (Cicesct), Sua Martínez, indicó a EFE que su país ha liberado a «doce menores por trata de personas en condición de explotación infantil y mendicidad forzada».
Defendió la prevención como fórmula para garantizar y proteger los derechos de la niñez y la juventud frente a la explotación infantil y la violencia.
«Es necesario la prevención» y «educar» a los padres de familia sobre la importancia de no exponer a los niños al trabajo infantil y que reconozcan que tienen derecho a vivir una vida digna, un techo y educación, subrayó Martínez.
Agregó que el 90 % del maltrato infantil se da por parte de los padres, madres o cuidadores principales, quienes también son responsables de muchos casos de abuso sexual.
Los padres de familia «no pueden seguir vulnerando la dignidad de los menores, exponerlos en mendicidad, en trabajo forzado infantil, pues los niños tienen derechos», enfatizó la funcionaria.
Instó a la población a «escuchar la voz de los menores (…), es una alerta temprana todo lo que un NNA (Niño, Niña y Adolescente) pueda decir para prevenir estos delitos».
Atender denuncias sobre agresiones
En el taller, inaugurado por la designada presidencial (vicepresidenta), Doris Gutiérrez, la Ciciest y la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia de Honduras (Senaf) suscribieron un acuerdo de cooperación para proteger a la niñez y juventud.
La ministra de la Senaf, Lizeth Coello, dijo a EFE que es necesario atender las denuncias de manera articulada sobre agresiones contra menores de edad y trabajo forzado para garantizar la protección de sus derechos.
Coello hizo un llamado a las familias y la población a «proteger a los niños y las niñas y que asuman esa responsabilidad que tenemos como sociedad de protegerlos frente a vulneraciones».
«Lamentablemente, el contexto no necesariamente es favorable para asegurar la protección de los niños y las niñas, en el sentido de que venimos de una dictadura, una estructura criminal que olvidó a toda la población, pero especialmente la situación de los niños y las niñas, al punto que hoy tenemos más de 3.000 niños y niñas retornados a nuestro país», enfatizó Coello.
La funcionaria destacó que el Gobierno hondureño promueve programas orientados a prevenir la violencia contra la infancia y lamentó que en muchos casos las agresiones ocurren dentro de sus propias familias.
«La violencia y las situaciones que estamos viviendo están afectando a los niños y no solo con las muertes, también hay un elemento muy importante de reflexión y es la orfandad en la que quedan miles de niños y niñas cuando sus padres son asesinados, sus madres o incluso una orfandad que no es por muerte, pero es por migración», enfatizó Coello.
Según cifras de la Red de Instituciones por los Derechos de la Niñez (Coiproden), alrededor de 42 personas menores de 30 años, muchas de ellas niños, fueron asesinadas en Honduras en los cuatro primeros meses de 2024.