Tegucigalpa – Honduras no puede renovarse en año nuevo con ideologías que ya expiraron ni por personas que no tienen un rumbo, fue el mensaje que expresó el cardenal Oscar Andrés Rodríguez en la misa de fin de año.

“Honduras no se puede renovar con ideologías ni tampoco con personas que no saben por dónde van, Honduras se va a renovar cuando Dios entre en todos nosotros y podamos edificar y no destruir”, declaró en la misa en la Catedral San Miguel Árcangel.

Inicialmente, el cardenal comentó que el hecho cuando los pastores fueron a Belén para encontrar a María, José y el niño Jesús acostados en un pesebre.

Rodríguez reflexionó si Dios está en la lista de las prioridades de cada persona y que el año nuevo mandó a hacer un camino en el interior que Dios manifiesta en el interior de Jesús.

Dijo que este año se celebra a Santa María que es la madre de Dios y es la fiesta más antigua que se conoce y se celebra en Turquía.

El año nuevo que hoy comenzamos es una llamada a renovar nuestra vida, por eso necesitamos comenzar el 2023 con un deseo de renovación profunda, caviló.

Expuso que el 2023 no vendrá con un año de los agoreros de mal agüero, sino que se ofrecerá como gracia y salvación.

El cardenal analizó que entre un año de nostalgia y uno de incertidumbre, “todos intuimos que hemos nacido para vivir una vida más plena y con mayor sentido”.

Se preguntó ¿qué es lo que deseamos en este año nuevo que comienza? ¿será un año más un año de vacío sin sentido? ¿un año para crecer y ponernos en camino de nuevo?

Recomendó que se debe aprende de María a vivir en interioridad que escucha la palabra que da vida al corazón y que da sentido a la vida.

Quien en estos días trata de vivir en el interior de sí mismo, todo lo llama la exterioridad hasta el escándalo de los cohetillos y petardos, que no favorece la meditación, prosiguió.

¿Quién pone como centro el misterio que estamos celebrando?, increpó.

Prioridades

Enfatizó que se requiere volver a Dios como una prioridad en nuestra vida.

Comentó que muchas personas tienen sus prioridades como saber si se ganará la lotería, otros piden la salud, una gran mayoría quisiera encontrar trabajo para no tener que emigrar a buscar afuera lo que no le da su país.

Aunque señaló que hay personas que tienen prioridades de comenzar el año nuevo sin ningún rencor en mi corazón, resentimiento y no tener una herida no sanada.

El cardenal sostuvo que Dios es de primera necesidad en nuestro país, “muchas veces se habla que necesitamos los granos básicos para que no haya hambre y malnutrición, Dios es de absoluta primera necesidad”.

Explicó que cuando Dios está ausente la vida se enferma indicando que el ser humano necesita respuesta que no se puede dar a sí mismo.

Honduras

“Honduras necesita respuestas que no nos podemos dar nosotros mismos, respuestas que no nos va dar ningún político, ningún ateo, respuestas que solamente Dios nos puede dar”, declaró.

Cuando Dios desaparece del horizonte, por más ilustrada que sean nuestras ideas se derrumba lo esencial, entonces el mundo no puede cambiar, describió.

“Todos estamos con la ilusión y el deseo de una Honduras mejor, pero con ideologías que ya expiraron, ya sonó como productos vencidos no se llega a ninguna parte,

Rodríguez exclamó que una vida sin Dios no tiene sentido y que la cultura moderna pretende desplazarlo del centro de la vida con arrinconarlo para que sea reemplazado con “modernos ídolos”: el poder, el placer sin reglas morales y el tener.

Reiteró que el país no puede renovarse con ideologías ni tampoco con personas que no tienen una dirección fija.

Paz y Ucrania

Asimismo, se refirió a la situación de conflicto que vive Ucrania con Rusia y pidió que dejen vivir en paz a los ucranianos, conservando su territorio.

“Ningún país se debe sentir con la atribución de invadir a otro y de quitarle su territorio, eso es caminar hacia atrás”, condenó.

El cardenal lamentó que en el Siglo XXI se quiera volver a vivir los horrores que se experimentaron en las dos guerras mundiales del siglo XX.

Esos malos ejemplos y esos malos caminos no se pueden repetir, pero la paz no brota cuando hay personas sin tierra sin países y políticos que no viven en paz interior.

Centroamérica

Por otro lado, mencionó la situación que sufre la iglesia católica en Nicaragua y rogó tocar los corazones de gobernantes que se sienten como dioses y suprimen a su pueblo.

No existe dos Dioses, solamente hay un único Dios y por consiguiente es padre de todos, sentenció.

Rodríguez subrayó que no se puede vivir en confrontaciones, odios, ideologías, autosuficiencia o autorreferencias.

Acotó que en Honduras no se vive en paz porque vivimos atemorizados, especialmente por la extorsión y el crimen organizado.

Exhortó a las personas que siguen el mal camino se arrepientan advirtiendo que están viviendo una vida vacío y que conlleva a una muerte prematura.

Expresó que el mundo sigue amenazado por la violencia causando que la sociedad este frágil y que debe fortalecerse en el amor.

El cardenal indicó que el 2022 todavía está marcado por una gran pandemia, particularmente en países empobrecidos, se avanzó bastante pero que no debe bajarse la guardia

Pidió a las personas que aprendan a ser disciplinados y que utilicen la medida de prevención.

A las personas que se rehúsan vacunarse contra el COVID-19 les mandó el mensaje que sean los corresponsables del regreso de una ola de contagio.

Pedimos perdón por tantas guerras, agresividad, la violencia que enfrenta a los pueblos y si acaso llevamos violencia en nuestro corazón, rogó.

Aconsejó comenzar el año con un desarme general del corazón de toda hostilidad, buscando caminos de paz para nuestro mundo.

Concluyo conque solo Dios es capaz de ese desarmen general del corazón humano y los mecanismos frenables de la violencia.