Tegucigalpa – El territorio nacional de Honduras se convirtió este sábado en un puente humanitario para permitir que un grupo de más de 30 nicaragüenses varados desde el inicio de la pandemia en Guatemala puedan regresar a su país.

– Los nicaragüenses quedaron varados en Guatemala a causa de la pandemia por COVID-19.

– En Nicaragua se suscita una crisis sociopolítica que ralentiza las gestiones de repatriación de sus connacionales.

Así lo indicó a Proceso Digital, Lisandro Vallecillo, portavoz del Instituto Nacional de Migración (INM) quien precisó que esta dependencia realizó la mañana de este sábado el control migratorio a 33 ciudadanos nicaragüenses que se encontraban varados en el país vecino de Guatemala.

“Honduras como país de tránsito servirá como un puente humanitario luego que las autoridades de Cancillería realizarán las gestiones a través de la vía diplomática”, expresó Vallecillo.

Destacó que esta normativa está establecida por el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) como medida de prevención frente a la propagación del COVID-19.

Es oportuno mencionar que Guatemala cerró sus fronteras aéreas y terrestres el pasado 16 de marzo, salvo para guatemaltecos o residentes permanentes y aquellos ciudadanos de diversas nacionalidades que consiguieron retornar a sus hogares en vuelos de rescate.

De esta manera los nicaragüenses quedaron varados en ese país y llegaron hace algunos días a la frontera, donde no se les permitió el ingreso a territorio hondureño por el cierre de fronteras.

Además el grupo de nicaragüenses que elevó su voz de denuncias  a través de las redes sociales recriminó que fueron abandonados por su embajada en este proceso.

Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el Gobierno de Daniel Ortega ha negado la entrada a más de 500 nacionales desde que la pandemia fue decretada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), los cuales permanecen en países vecinos, incluyendo islas en el mar Caribe y barcos en altamar.

El Gobierno sandinista sostiene que las restricciones al ingreso de los nacionales obedecen a un «modelo ordenado y seguro en estos tiempos de pandemia».

Sin embargo, la luz llegó este día para este grupo de centroamericano quienes ingresaron por el Puesto Integrado de Corinto en Cortés, norte de Honduras y saldrán por el puesto migratorio de Guasaule, Choluteca, sur del país.

Vallecillo recordó que durante la pandemia no es la primera vez que Honduras funge como un puente humanitario ya que en el pasado lo hizo con un grupo de 60 salvadoreños varados en Nicaragua.

De igual manera, no descartó que en el futuro Honduras continúe convirtiéndose en puente humanitario para más centroamericanos.