Un hombre conduce una motocicleta hoy, cerca del parque central del municipio de Santa Lucía (Honduras). EFE/Gustavo Amador

Tegucigalpa – Las autoridades de Honduras no han conseguido bajar la curva de contagios de la COVID-19, a siete meses de los primeros dos casos, que ahora aumenta en el interior del país y amenaza con una nueva ola de infecciones, alertaron este domingo especialistas.

«En este momento, después de siete meses, no hemos bajado la curva, tenemos una gran cantidad de casos que va creciendo, nos preocupa sobremanera porque esta segunda oleada o el rebrote va a venir del (área) rural a Tegucigalpa», dijo a Efe la presidenta de la Asociación de Médicos del Instituto Nacional Cardiopulmonar, Suyapa Sosa.

El Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) contabiliza hasta la fecha un total de 83.146 contagiados y 2.504 fallecidos, lo que sitúa al país centroamericano como el tercero de Centroamérica con mayor número de enfermos y muertos.

A Sosa le preocupa que la zona rural «ya se está viendo desbordada» por el aumento de contagios debido a que las comunidades no se prepararon para enfrentar la pandemia de coronavirus SARS-CoV-2 y el deficiente sistema de salud del país.

Las autoridades rurales «tampoco se prepararon con suficiente tiempo, creyeron que la mayoría de los casos iban a ser en las grandes ciudades y de alguna forma relajaron lo que tuvieron que hacer en la parte de contención y prevención en sus municipios», explicó.

HONDURAS AÚN NO ALCANZA EL MAYOR CONTAGIO

Los esfuerzos de las autoridades ahora se deben central por contener brotes en departamentos como Olancho (este), que la semana pasada fue intervenido por el aumento de casos..

Sosa, quien además es jefa del departamento de Neumología de ese instituto, conocido como Hospital del Tórax, aseguró que la reapertura económica y la mayor movilización de la población ha provocado un aumento de contagios en los últimos días.

«El Gobierno no se preparó para contener esto y ahorita lo que está haciendo son programas de alguna forma desorganizados, muy a la carrera, que tuvieron que haberse hecho hace siete meses para tener un impacto más positivo del que se puede tener en este momento», subrayó.

Honduras aún no ha llegado al momento de mayores contagios tras siete meses con medidas para restringir la circulación de personas, que comenzaron el pasado 11 de marzo con una cuarentena en todo el país que se ha ido suavizando.

Dijo además que la magnitud de la pandemia en Honduras no se conoce por la falta de suficientes pruebas PCR de laboratorio en el país, donde se realizan menos de 2.000, cuando se necesitan al menos 3.000.

Sin embargo, considera que este tiempo ha servido para que los médicos pudieran conocer mejor el virus, aunque todavía encuentran muchas «incertidumbres», en especial con lo relacionado con la inmunidad tras la enfermedad.

“PÉSIMA” RESPUESTA DEL ESTADO ANTE LA EMERGENCIA

La cuarentena inicialmente «fue muy efectiva, porque había muchísimo miedo de la población, las primeras ocho semanas hubo buen comportamiento de toda la población, la gente no salía, había mucha presencia policial en las calles, solo circulaba personal de salud, la policía, los que teníamos que estar trabajando», subrayó.

Aunque el país todavía está en cuarentena, muchos negocios han podido abrir de nuevo sus puestos, la mayoría cumpliendo con estrictos protocolos, aunque para otros establecimientos, como discotecas, museos, cines y eventos deportivos todavía no se ha habilitado su apertura.

La respuesta ante la emergencia ha sido «pésima», porque el Estado «no le ha dado la importancia que ha tenido esta pandemia, los actos de corrupción son cada día peor, se burlan del pueblo hondureño y del personal de salud que está expuesto», subrayó la especialista.

Señaló además que la tasa de ocupación de camas destinas a pacientes con COVID-19 en el Tórax llegó al 115 %, una cifra que bajó al 21 % a finales de septiembre, pero en los últimos días ha vuelto a aumentar a casi el doble.

La alentadora situación puede esfumarse si se cumplen los pronósticos de los expertos, que dan casi por seguro un rebrote a nivel nacional en las próximas semanas, como efecto de la reactivación económica, que incluye el reinicio de vuelos internacionales, añadió Sosa.

HONDURAS AÚN NO CONTROLA PANDEMIA

El viceministro de Salud, Roberto Cosenza, aseguró hoy que la pandemia en Honduras “aún no está controlada”, por lo que no se puede hablar de una nueva oleada.

“No es que tenemos un rebrote de la enfermedad, tenemos que tener bien claro que aún no hemos salido de la pandemia, no está controlada todavía”, subrayó el funcionario a periodistas.

Lamentó que todavía hay personas que “no creen que la enfermedad existe” y otro sector de la población no ha tenido la posibilidad de realizarse una prueba PCR para descartar el virus.

Cosenza señaló que el mayor número de casos de COVDI-19 en Honduras se registró entre junio y julio, principalmente en el departamento de Cortés, en el norte, región que todavía sigue siendo el epicentro de la enfermedad.

“Tenemos que seguir fortaleciendo las medidas de prevención, porque ante esta enfermedad que se conoce tan poco y se dice que la persona se puede volver a infectar, no sabemos si el virus ha mutado, si es el mismo que la persona se enferme”, enfatizó el viceministro de Salud.