Tegucigalpa – Una migrante hondureña a sólo días de ser deportada se encuentra libre de la custodia de Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés) en Sant Louis, Misuri, después de que un juez federal detuvo su proceso de deportación el lunes.

Ilsa Guzmán Fajardo de 48 años abrazó a su marido en un emotivo y poco común reencuentro en el portal del edificio federal Robert A. Young en el centro de la ciudad de Sant Louis el martes por la tarde.

Su caso tomó relevancia luego de que informara que, durante una visita de rutina a la oficina del ICE, a donde acudió con su abogada, los agentes le dijeron que sólo querían platicar con la hondureña, quien no volvió con sus tres hijos y su esposo.

La “catracha” estuvo recluida en un centro de detención de ICE por tres semanas en proceso de ser regresada a su país natal cuando recibió la llamada de su abogado explicándole que sería puesta en libertad.

“Gracias a Dios estoy aquí afuera”, declaró a periodistas Ilsa Guzmán. “Me siento muy emocionada porque pude volver a ver a mi familia, a mis amigos y estar una vez más con mi esposo”, señaló Guzmán conteniendo la emoción del momento.

El caso de Guzmán es singular ya que fue citada a una corte durante su entrada al país, las autoridades migratorias fallaron en poner un lugar de la corte en que se debió presentar. Al no poder ir a la corte, Guzmán vivió bajo supervisión de las autoridades migratorias, realizando visitas programadas. En su última visita fue citada antes de tiempo y arrestada sin poder siquiera despedirse de su familia.

Parte del argumento de su deportación por las autoridades migratorias fue sobre la base de que su hijo menor cumplió la mayoría de edad en 2018. Según las autoridades esto eliminó el argumento de que Ilsa cuidaba de niños menores e ICE procedió a mandar una orden deportación.

El abogado de Guzmán, Javad Khazaeli del bufete Khazaeli and Wyrsch estimó que el arresto fue ilegal y que a Guzmán no se le había dado su día en un juzgado cuando llego a Estados Unidos.

Guzmán ingresó en 1999 a Estados Unidos a través de la frontera entre Baja California, México y el estado de California en Estados Unidos.

 En aquel entonces pidió asilo, pero le fue denegado. Ella quería hacer las cosas bien, así que le fue instalado un monitor en el tobillo y aceptó sus controles de rutina.

Actualmente, está en custodia en el sur de Illinois en el Centro de Detención del Condado Pulaski.

Su esposo, Steve Miller, la ayudó a iniciar su proceso de residencia legal permanente, pero eso tampoco ha ayudado a la inmigrante.

En 2018, la hondureña se casó el estadounidense en el área de Sant Louis -donde vive desde el 2000-, reportó la televisora local KMOV, una filial de CBS. Ella no tiene antecedentes penales. Su único delito es ser indocumentada.