Phoenix (AZ) – Una tercera autopsia realizada al cuerpo de Roxsana Hernández, la transgénero que murió en 2018 bajo custodia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) sostiene que la hondureña falleció por complicaciones del virus del sida (VIH), según notificaron este miércoles autoridades de Nuevo México.
De acuerdo con el informe de la Oficina del Investigador de Nuevo México, las conclusiones de la tercera autopsia señalan además que Hernández sufrió diversas fracturas en las costillas y el esternón al practicársele la reanimación cardio-pulmonar (CPR, por su sigla en inglés).
La inmigrante padeció de por lo menos diez ataques cardiacos, indica el documento.
Kurt Nolte, jefe de medicina forense, señaló en un comunicado que el «caso ha tardado casi un año en cerrarse debido a que la autopsia fue compleja y necesitó de pruebas y consultas adicionales».
Hernández murió el 25 de mayo de 2018 bajo custodia de ICE, en un centro de detención en Nuevo México.
De acuerdo con la primera autopsia, sin embargo, la causa de su deceso se debió a la deshidratación tras recibir fuertes golpes.
La segunda autopsia, realizada en noviembre del año pasado, informó que existían «hematomas profundos» en las manos y el abdomen, evidencia de trauma por fuerza contundente, «indicativo de golpes o patadas, y posible ataque con objetos contundentes».
La hondureña de 33 años falleció nueve días después de ser transferida a una unidad dedicada a mujeres transgénero en el Centro Correccional del Condado de Cibola, en Nuevo México, que es operado por CoreCivic, la segunda compañía de prisiones privadas más grande del país.
El 9 de mayo, la mujer había llegado a la frontera para pedir asilo, aunque entre 2005 y 2009 entró dos veces ilegalmente al país y fue deportada.
Su caso cobró notoriedad al tratarse de una de las integrantes de la llamada caravana de migrantes que llegó a Estados Unidos la pasada primavera procedente de Centroamérica.
«Las autoridades de migración van a ocultar la realidad de la muerte de Roxsana, pero esto sucedió por falta de cuidados médicos, situación que sigue pasando en los centros de detención», dijo hoy a Efe Dagoberto Bailón, asistente de la organización Trans Queer Pueblo en Arizona, que protege los derechos del colectivo LGBT.
Bailón recordó que la primera autopsia había revelado maltratos y golpes, por lo que no se encuentran «100 por ciento convencidos» de que el informe de las autoridades sobre esta muerte sea «totalmente verídico».
«Fueron varias complicaciones las que acabaron con su vida, pero la realidad es que (Hernández) no recibió la atención medica requerida», expresó el activista.
En sus declaraciones, Bailón denunció «maltrato y racismo hacia las comunidades migrantes bajo la presidencia de Donald Trump».
Recientemente, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) denunció por su parte que los casos de negligencia médica y represalias contra mujeres transgénero van en aumento en centros de detención y exigieron a las autoridades migratorias una investigación.