Tegucigalpa – Varios medios de comunicación de México, entre ellos el Excélsior y La Verdad han alertado de una nueva oleada de migrantes conformada por nacionales de Honduras que participaron en la primera caravana del año y que posteriormente fueron deportados.

– Las autoridades hondureñas no se han pronunciado oficialmente en torno a este nuevo flujo migratorio.

– Los hondureños aducen la falta de empleo y la inseguridad como las principales causas para emigar.

Este nuevo movimiento migratorio en masa se ha denominado como la “Caravana del Diablo”, se conoció.

A diferencia de la primera caravana esta saldría desde territorio salvadoreño a donde llegarían los hondureños previamente retornados.

La convocatoria de esta nueva caravana está hecha para el próximo 31 de enero razón por la cual desde este lunes empezarían a salir los hondureños que apoyarían el nuevo intento de migración masiva.

Vladirmir Funes, quien es uno de los organizadores de la caravana que fue desmantelada por la Guardia Nacional, informó que ya se está empezando a organizar alrededor de 500 personas que saldrán desde San Pedro Sula, destacan los medios mexicanos.

Cabe señalar que más de 5 mil hondureños que conformaron la primera caravana migrante del año han sido deportados tanto de México como de Guatemala.

La mayoría de los hondureños aduce la falta de empleo y la inseguridad en sus comunidades como principales causas que les obligan a emigrar.

Al igual que las primeras caravanas migrantes, la nueva convocatoria se ha realizado a través de redes sociales.

Honduras cerró el 2019 con 109 mil deportados, una cifra récord en la última década.

Si los flujos migratorios continúan como se han mantenido en los primeros días del mes la cifra de deportados en 2019 podría ser superados.

Lo anterior se colige al analizar la cifra oficial de deportados en enero de 2019 la cual sumó 4 mil 711, una cifra superada solo con los hondureños que se han contabilizado como retornados tras participar en la caravana migratoria.

Actualmente se suscita una crisis migratoria en la frontera sur de Estados Unidos donde más de 30 mil hondureños se encuentran varados a la espera de una respuesta a su solicitud de asilo.