Ciudad Juárez (México) – La Fiscalía General de Chihuahua, estado de la frontera norte de México, informó este miércoles de nueve detenidos tras operativos en dos casas donde tenían secuestrados a 28 migrantes, algunos de ellos torturados, además de armas, drogas y un altar de adoración a la Santa Muerte.

Los migrantes rescatados en Ciudad Juárez eran de Guatemala, Honduras y El Salvador.

La información oficial, revelada ahora, refiere que el primer operativo ocurrió este domingo, cuando la Unidad de Atención a Secuestros Zona Norte, en un operativo conjunto con la Coordinación Nacional Antisecuestro, arrestó a tres sujetos.

Ese día, derivado de labores de inteligencia, identificaron un domicilio de cautiverio en el cruce de las calles Caborca y Salvador Herrera Corral de la colonia (barrio) Chihuahua en el poniente de Ciudad Juárez, a menos de cuatro kilómetros de la frontera con Estados Unidos.

Los elementos implementaron un operativo para salvar a un joven de origen guatemalteco, identificado con las iniciales C.L.A.G., y además liberaron a otras 14 víctimas.

Los 15 secuestrados estaban custodiados por Brayan Alejandro R. R., Daniel R. H. y Héctor Arturo S. B., detenidos en flagrancia y puestos a disposición del Agente del Ministerio Público por la posible comisión del delito de secuestro.

Este martes, un juez de control les dictó prisión preventiva, y el 14 de junio será la audiencia para procesarlos.

El segundo operativo se realizó este martes, cuando agentes de la Fiscalía salvaron a 13 centroamericanos que estaban secuestrados en un domicilio de la colonia Barrio Nuevo, a unos 10 kilómetros de la frontera con la ciudad estadounidense de El Paso, Texas.

Los migrantes presentaban huellas severas de tortura, según lo informó un agente involucrado en el rescate.

También expuso que detuvieron a seis presuntos secuestradores armados, dos de ellos menores de edad y dos mujeres, quienes tenían en el lugar un altar a la Santa Muerte, una imagen que causa veneración religiosa en México pero no está reconocida por la Iglesia católica.

Los hechos reflejan una ola de secuestro de migrantes en la frontera norte de México, donde un informe de la Policía estatal de Chihuahua reveló en mayo que en los últimos tres años liberaron a más de 1.700 indocumentados, quienes representan cerca de un tercio de las víctimas del delito en el país.