Tegucigalpa – La memoria de la poeta hondureña Juana Pavón fue honrada este domingo en Tegucigalpa en la Primera Feria Internacional del Libro (FIL Honduras), por el historiador Rolando Sierra Fonseca, con la presentación del libro «Exactamente Juana. Poética y erótica de la liberación».

Juana Pavón, también conocida como «Juana La Loca», falleció en marzo de 2019 a los 73 años, a causa de un cáncer.

«El libro que ahora presento pretende ser un acercamiento a la vida y obra de la gran poeta nacional Juana Pavón, entrando un poco en algunos elementos de su vida para comprender su producción poética en el contexto hondureño y particularmente en el de la ciudad de Tegucigalpa, donde ella prácticamente escribió toda su poesía», dijo a EFE Sierra Fonseca.

Agregó que en su obra también ha querido plasmar el significado de la poesía de Juana Pavón para Honduras, y que en ese sentido hay que destacar que ella fue una poeta a la intemperie prácticamente desde su niñez.

«Desde su nacimiento vivió a la intemperie, porque cuando nació, su madre murió, y luego al mes murió su padre; entonces, quedó en algún relativo abandonó que fue a lo largo de su vida. Su niñez y juventud las vivió en orfanatos, con apoyo de algunas personas y organizaciones», relató Sierra Fonseca, director en Honduras de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).

Señaló además que lo duro que marcó a Juana desde su nacimiento, permite también entender justamente su poesía, en la que va relatando y tratando de comprender así mismo su vida, caracterizada por los despojos, que de hecho vivió.

Juana fue despojada hasta de su nombre, ya que su padre adoptivo le puso el de Janeth Mata, el que luego le cambiaron por Margarita Pavón, pero ella después se hizo llamar Juana Pavón o Juana La Loca, relató el autor del libro dedicado a la poeta ya fallecida, quien para algunos de sus compatriotas era como un verso caminando por las calles empedradas de Tegucigalpa.

En su poesía, indicó Sierra Fonseca, Juana encontró la forma de vivir el color y el dolor de la vida, y de la vida de Honduras.

«En ella pude ver a una persona que luchó permanentemente por los desposeídos y en ese sentido hay un mimetismo poético entre la vida de Juana y Tegucigalpa, en el sentido de llevar la vida siempre al límite de su poesía, a ese límite de reflejar, sobre todo, el dolor de los más desposeídos de nuestras sociedades», recalcó.

«Morir de risa», «Tegucigalpa», «Deseos irreverentes», «De una vez por todas» y «Nosotras, esas sujetos», son algunos de los poemas de Juana Pavón.

Su poema «Nosotras, esas sujetos», cierra diciendo: «Somos las que estamos paradas en el tiempo y latimos… latimos… latimos! Somos río, mar jungla, sol luna y pulmón. ¡somos patria! Yo siempre he pensado que Honduras tiene nombre de mujer».