Washington – La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, expresó este lunes que «la libertad de voto está bajo ataque» actualmente en el país, en un discurso con motivo del Día de Martin Luther King Jr (1929-1968).
Desde la Casa Blanca, la vicepresidenta, que es la primera mujer, afroamericana y persona de origen asiático en alcanzar este puesto, pronunció una alocución que fue compartida de forma virtual en la Iglesia Baptista de Ebenezer, en Atlanta, donde Luther King Jr fue pastor junto a su padre.
Harris habló del peligro que las restricciones al voto, que los republicanos han impuesto en algunos estados en que gobiernan y que afectan sobre todo a minorías como la afroamericana y a los latinos, ponen en peligro la democracia.
«En Georgia y en toda nuestra nación, se están aprobando leyes contra los votantes que podrían dificultar a unos 55 millones de estadounidenses sufragar, esto supone una de cada seis personas en el país», subrayó la vicepresidenta.
Además, alertó que quienes proponen esas leyes —no mencionó a los republicanos explícitamente— no solo están poniendo obstáculos en las urnas, sino que trabajan para interferir en los comicios para lograr los resultados que quieren y desacreditar los que no desean.
«Así no es cómo las democracias funcionan», dijo.
Ante esta situación, Harris consideró que uno no se puede quedar sin actuar, porque las próximas generaciones pagarán el precio.
En ese sentido, recordó que ella y el presidente Joe Biden viajaron la semana pasada a Atlanta (Georgia) para lanzar un mensaje: «Ya es hora de que el Senado de EE.UU. haga su trabajo y que una ley fundamental llegue al Senado, la ley de libertad del voto y la John Lewis».
Harris hizo alusión a dos proyectos de legislación, la llamada «Ley de la libertad del voto» («Freedom to Vote Act») y la «Ley de promoción de los derechos electorales John Lewis» para proteger el derecho a sufragar, que tiene pocas perspectivas de salir adelante en la Cámara Alta debido a la ajustada mayoría de que disponen los demócratas.
La vicepresidenta recordó que hace más de 55 años «hombres, mujeres y niños marcharon de Selma a Montgomery para demandar el voto».
«Cuando llegaron al Capitolio estatal de Alabama —siguió—, el doctor king lamentó lo que denominó la normalidad, la complacencia, que estaban denegando la libertad para votar».
Por tanto, agregó, «no debemos aceptar ser complacientes o cómplices, no debemos rendirnos, no debemos dejarlo para honrar de verdad el legado del hombre que celebramos hoy».