París.- Human Rights Watch (HRW) denunció hoy que los menores inmigrantes no acompañados que llegan a París no reciben el trato adecuado de los servicios sociales, como ya lo había señalado hace tres meses, en particular a la hora de determinar su edad, determinante para tener acceso a una protección especial.
En un comunicado, HRW se quejó de «procedimientos defectuosos que conducen a rechazos arbitrarios» de su condición de menores, lo que priva a muchos de ellos a «una asistencia que necesitan desesperadamente».
«Hay niños migrantes no acompañados en París en la calle a causa de procedimientos injustos», subrayó la directora en Francia de la ONG en Francia, Bénédicte Jeannerod, que añadió que las autoridades de protección de la infancia deberían garantizar que ninguno estuviera en peligro.
Jeannerod indicó a Efe que en julio habían calculado que cada noche unos 200 de esos chicos dormían en la calle.
La organización insistió en que «han cambiado pocas cosas» desde la alerta que lanzó con un informe previo en julio en lo que respecta a las entrevistas para determinar la edad de los chicos.
Para ilustrarlo, señaló que «una asociación humanitaria» de la que no da el nombre y que se ocupó del cuidado de un centenar que pretendían que se les reconociera como menores, constató que un 60 % habían sido sometidos a «una entrevista sumaria de una veintena de minutos».
También hizo hincapié en que se utilizan «motivos no válidos para concluir que una persona es adulta», como el hecho de haber trabajado en su país de origen o durante el viaje hasta Francia.
Jeannerod indicó que en los últimos tres meses sólo ha habido «ligeras mejoras de fachada».
La directora de la ONG en Francia contó que en su trabajo han constatado que hay tres grandes grupos de menores no acompañados en la capital francesa: los procedentes del África francófona (como guineanos o senegaleses); de Etiopía y Eritrea; y de Afganistán.
HRW recordó que la legislación francesa establece que los inmigrantes menores no acompañados tienen derecho a que se les ofrezca alojamiento, educación y otros servicios sociales.
El pasado año fueron unos 4.000 los que se presentaron como menores ante los servicios sociales en París para beneficiarse de esos derechos.