Los Ángeles – Creado el 1 de marzo de 2003 como consecuencia de los atentados del 11 de septiembre de 2001, el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) ha acumulado en estos 20 años fuertes críticas sobre su gestión y llamados para reducir su presupuesto.
Encargado de detener y deportar a los extranjeros que violan las leyes de inmigración, ICE se ha convertido en una de las agencias de seguridad más temida por los inmigrantes, especialmente por aquellos que no tienen estatus legal.
María Cristina García, profesora de Historia de la Universidad de Cornell en Nueva York, dijo a EFE, que aunque los indocumentados siempre han sido vulnerables, desde el 9/11 este grupo “ha estado sujetos a un escrutinio aun más intenso” en el país.
Por su parte, Miguel Tinker Salas, profesor de Historia y Estudios Latinos del Pomona College en California, dijo a EFE que agencias como el ICE o la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), también creada en marzo de 2003, se han usado para “politizar aun más el tema de la inmigración”.
Pone de ejemplo el apoyo que el sindicato del ICE dio a Donald Trump (2017-2021) durante su campaña presidencial de 2016, convirtiéndose en uno de los pocos grupos laborales que respaldó al republicano en ese entonces.
Tinker Salas considera que el mayor problema del ICE, y en general del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) creado en noviembre de 2022, es “la concentración de poder”.
SEIS AÑOS SIN DIRECTOR CONFIRMADO
El ICE también se ha convertido en un dolor de cabeza para las dos últimas administraciones, que no han logrado que el Senado de EE.UU. confirme a un director desde enero de 2017.
El alguacil del condado de Harris (Texas), Ed González, declinó en junio del año pasado su nominación como director del ICE después de más de un año de esperar para ser ratificado en el puesto.
La agencia también ha sido nombrada en un buen número de demandas federales que la han acusado de prácticas discriminatorias.
El lunes pasado un juez federal en Tennessee aprobó un acuerdo en el que el Gobierno de Estados Unidos pagará 1,17 millones a decenas de inmigrantes latinos capturados durante una redada en una planta de procesamiento de carne en abril de 2018.
Actualmente el ICE encara otra demanda en una corte federal de California por hacer que sus agentes se hagan pasar por policías locales para entrar a las casas de los inmigrantes que son buscados.
También ha tenido que responder por las quejas de malos tratos en los centros de detención que ha entregado a operadores privados. El Gobierno del presidente Joe Biden ya ha cerrado al menos dos centros de detención de migrantes tras las continuas protestas.
Los arrestos de extranjeros en las cárceles locales generaron un movimiento que llevó a ciudades dirigidas por demócratas a declararse “santuario de inmigrantes” y restringir la colaboración entre los cuerpos locales de policía y la agencia federal.
PROTESTAS EN EL ANIVERSARIO
Las críticas contra ICE arreciaron bajo la administración Trump cuando incluso se pidió su abolición.
Actualmente las críticas persisten, desde hoy y hasta el viernes más de media docena de protestas se realizarán en grandes ciudades del país incluida Washington D.C.
Las organizaciones que convocan las protestas, entre las que figuran United We Dream y Detention Watch Network, explicaron en un comunicado que los participantes enfocarán sus discursos en pedir a la Casa Blanca que tome medidas inmediatas para cerrar los centros de detención del ICE y que recorte el financiamiento a ICE y CBP en el presupuesto de 2024.
El ICE tiene un presupuesto anual de aproximadamente 8.000 millones de dólares.
En su portal institucional explica que los legisladores le confirieron una combinación “única de autoridades civiles y penales” para fortalecer la seguridad pública, con lo que “se convirtió rápidamente en una poderosa y sofisticada agencia federal de aplicación de la ley”.
Además de su labor migratoria, destaca entre una larga lista de logros en estos 20 años los operativos especiales contra pandillas como la MS13, los esfuerzos contra la explotación sexual y laboral de niños, y el arresto de criminales fugitivos que buscan esconderse en EE.UU.
Tinker Salas cree improbable que el Gobierno de Biden o el Congreso aprueben recortar los fondos a la agencia, y mucho menos que consideren abolirla.
Por su parte, García subraya que los inmigrantes han sido el chivo expiatorio de los problemas del país.
“El registro histórico así lo demuestra. A principios del siglo XX, Nueva York fue el escenario de las preocupaciones estadounidenses sobre una inmigración incontrolable; hoy, en el XXI, es la frontera entre Estados Unidos y México”, apuntó.